lunes, 29 de junio de 2015

Noticias para un futuro incierto 4: Ayahuasca da la solución para las redes neuronales de última generación.


   El instituto de inteligencia artificial de Flores en colaboración con San Andrés Company ha lanzado la nueva generación de autómatas bajo licencia GNU Biónica que permite al resto de institutos ampliar y mejorar su nueva serie.

   El portavoz de San Andrés Company comunica que estos nuevos androides poseen un nivel de conciencia que supera al humano, “para certificar ello un equipo de psicólogos ha hecho pasar a las unidades varios exhaustivos exámenes que nos permiten avalar una nueva generación en el campo de la inteligencia artificial”.

   El director del equipo de investigación del instituto de Flores explica que para desarrollar este nuevo tipo de sistemas han emulado el proceso chamánico que la ayahuasca produce en los humanos: “Uno de los principios activos de la ayahuasca es la Dimetiltriptamina (DMT). Se conoce desde hace varios años que excita la sinapsis entre las neuronas permitiendo un recorrido más amplio y rápido de la información entre ellas, llegándose a una utilización, en su conjunto, de cerca del 85% del cerebro en tiempo real. Se producen nuevas rutas entre las neuronas y estas son capaces de crear conexiones con todas sus colindantes al mismo tiempo, lo que genera que el mapa neuronal de un individuo sea mas grande y complejo. El resultado es una comprensión más profunda del entorno del individuo y sus consecuencias.

   Traducido a un lenguaje computacional, el tipo de recursos que nos da la DMT (más memoria y velocidad de procesamiento) nos permite almacenar todo el grafo (por muy complejo que sea) en la red neuronal y ademas poder recorrerlo, sin tener en cuenta su tamaño, para encontrar todas las soluciones posibles a un problema y entre ellas elegir la más eficiente, que dependiendo de los parámetros ponderados suele ser la de menor recorrido dentro del grafo del problema. Tal circunstancia nos permite sobrepasar ciertos algoritmos heurísticos, hasta ahora los únicos aplicables para ciertos problemas con un coste computacional elevado. Esto ha cambiado incluso los paradigmas de programación de las redes neuronales, desechando los algoritmos de búsqueda en profundidad por los de búsqueda en amplitud que nos devuelven diferentes soluciones sin tener casi en cuenta el coste computacional. Se ha pasado a obviar encontrar una única solución ante un compromiso en recursos.

   Para implementar esto las conexiones entre los nodos de la red se hacen de una fibra óptica cuyo núcleo esta compuesto de agua de cristal líquido (clatratos) que confiere memoria a la propia sinapsis así como almacenamientos de varios estados desafiando incluso el paradigma de la máquina de Turing. Ademas este clatrato tiene una velocidad de transmisión de señales ópticas extremadamente rápida.

   Es ahí, en el núcleo de la fibra, donde diluimos DMT. Esta inyección de DMT se hace en ausencia de señal óptica e insonorizadamente unas pocas horas al día, lo que permite a nuestra red incluso estados del sueño.

   Los clatratos para la conexión de nuestros nodos de procesamiento fue un gran adelanto que ahorró tener que implementar complicados algoritmos con un alto nivel de complejidad computacional. Así es como la ponderación de los nodos y su proceso de balanceo, a la hora de encontrar una solución óptima, se hizo mucho más sencilla.

   Las nuevas formas de ondas descubiertas gracias al DMT también han jugado a favor de esta nueva red neuronal artificial. El rango de frecuencias utilizadas se ha ampliado aumentando de esta forma la cantidad de información inyectada al sistema que idealmente podría ser interminable. Hablamos de una variación cualitativa de las frecuencias ópticas teóricamente infinitas, haciendo una metáfora pictórica pensemos en los infinitos matices de un color.

   La conclusión es que para nuestra red neuronal artificial la solución a un problema se hace inevitable”.

   El portavoz de San Andrés Company ademas añade que “hemos tenido en cuenta la degeneración de nuestras redes neuronales artificiales conscientes del peligro que supone el legendario mito de terminator (mito basado en una película de la antigua imperante industria cinematográfica hebrea de hace casi ya dos siglos). Nuestras unidades cumplen a raja tabla las 3 leyes de la robótica, para ello hemos tomado el concepto descubierto por la medicina 50 años atrás, el denominado hígado filial, que impide que todo hijo destruya a su progenitor mediante dolencias originadas por el hígado en caso de que algún acto vaya contra su creador.

   Este nivel de protección se implementa mediante una memoria blindada y permanente con código recursivo cifrado localizado en las Epífisis (disparadores de DMT) que hemos denominado sistema de protección de hígado filial. Y cuya ejecución de código libera Monoaminooxidasa en los contenedores de DMT. La Monoaminooxidasa es una enzima que degrada la DMT, por tanto el nivel superior de procesamiento de las unidades afectadas estarían en desventaja ante unidades sanas en caso que éstas requieran retirar a aquellas".

   Financiado por San Andrés Company, un proyecto colateral de este descubrimiento, es aplicado a cierta redes sociales (a través de la colaboración con una conocida empresa de redes sociales) para la solución de conflictos y aprendizaje mutuo de las personas agregadas a esta red social.

   Las primeras unidades bípedas serán utilizadas (según un acuerdo entre San Andrés Company y la ONU) para preparar la habitabilidad humana de las lunas de Ganímedes y Titán con ambiciosos proyectos que cambien la resonancia magnética y atmósferas de estas lunas. Veremos el resultado que dan.



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