Ya lo dice mi viejo, la mierda de conejo es la mas fértil de todas las mierdas, hace reverdecer cualquier decrépito albaricoquero y tiñe de rojo las mazanas princesa.
La gallinaza, formada por estiércol de las gallinas ponedora, tampoco esta mal. Abundante en nitrógeno y calcio camba tomateras cargadas de agua sin que poda de chupones o mamones lo remedie. Los restos de la cabra hace lucir chillones a los cítricos y el de oveja hace buena madera de los nogales.
El estiércol de vaca y de caballo es menos rico pero aun así permite que las papas se entierren en el sabor de un buen sancocho. Se pintan de rayos de sol los racimos de plátanos y gotean pesadas las papayas tras el guano que espanta la mosca blanca y la veta amarilla en aquellas y la oruga taladradora en estas, y es que no hay epidemia que pueda con la mierda de los que vuelan alto.
La de perro rabioso mala. La de pingüino para floración y las de mucho fósforo para el crecimiento. Hay quien incluso las mezcla, como el revoltillo vaca oveja, ese binomio mágico que envaina judías con suma rapidez porque para ello ya se empleo suficiente tiempo en la digestión del rumiante.
Y recientemente hasta la mierda de humus de lombriz es buena. La última revolución en descomposición, alta tecnología del desecho, unas lombrices habitando en un cama de turba excretando lo que nos comeremos.
Pero hay un mierda que es del todo insana, una mierda ácida que amarillenta cualquier ciruelero. Una mierda que no nació limpia, desprovista de cualquier elemento nutriente porque su egoísta portador probablemente ya los ha absorbidos todos. Si, si, es la mierda del que esta escribiendo y del que esta leyendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario