En
el tiempo en que los piratas eran llamados almirantes o capitanes y
la civilizacion era construida para las incipientes rutas comerciales
británicas, Robert FitzRoy recaló en una de las islas menores de
Tierra del Fuego que era tierra de yámana. Allá secuestra a
O'run-del'lico un adolescente bautizado como Jemmy Button y tres
yámana más. Hasta Inglaterra se los llevan. Desembarcan en
Plymouth, donde son mostrados como atracción de circo mientras la
prensa inglesa difunde fabulosas historias sobre estos hombres
primitivos. Y hasta la presencia del Rey Guillermo IV son traídos
como regalos del borde del mundo. A la niña bautizada como Fuegia
Basket (Cesta fueguina) la reina le regala un sombrero de los que
esconde la cabeza y un anillo de los que atan de por vida. Se les
vistieron y educaron según la cultura anglosajona, se le enseñó el
idioma de los británicos con la pretensión de que sirvieran de
intérpretes a los colonos y se les vistió por dentro de
cristianismo. Luego a bordo del Beagle se les regresa a tierra del
fuego que ya es menos yamana. Al desembarcar Jemmy Button y sus dos
compañeros se desprenden de las vestimentas europeas y huyen al
bosque. Caminando lejos, ansiando la civiliciacion construida para
personas, vuelven.
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