Todos reclaman el nuevo hombre, aquel que ayude a la mujer a superar
un enclaustramiento emocional, laboral, sexual, familiar etc. Y es
una reclamación necesaria (a estas alturas de la humanidad ya toca).
El nuevo hombre ha de aceptar (e incluso apoyar) esta liberación, a
de luchar contra su instinto arcaico de posesión, aceptar la
liberación y libertad de la mujer para decidir su propia vida en
todos sus planos (sexual, emocional, laboral, familiar etc), una
lucha sin cuartel contra los celos exacerbados, domesticar su ego y
otras negativas manifestaciones de los sentimientos rudimentarios, es
una lucha contra el primitivo cerebelo, porque no hay que ser
neurólogo para saber que éste está debajo del neocortex.
Pero se obvia que en estas nuevas relaciones de género hay dos patas
que deben trabajar a la par. Quedaremos desequilibrados si el nuevo hombre no va acompañado de la
nueva mujer, aquella que es suficientemente independiente para no
tener que tirar piedras al hombre para conseguir alguna reacción en
éste.
Ya la mujer se ha resarcido tirando piedras para todos lados después
de tantos siglos de esclavitud emocional (necesario por otra parte,
como llamada de atención a un trabajo necesario por parte del
hombre), ahora toca a ellas mirarse el ombligo y atreverse a hacer el
trabajo que intenta hacer el nuevo hombre por el bien de todos.
Porque la única reacción posible de seducción en el hombre nuevo
es la que se realiza desde el cariño, la responsabilidad, el respeto
y la aceptación (y lo mismo a la inversa). El nuevo hombre no busca
respaldo de silla y no será mejorado a base de palos como un burro
al que se le quiere poner a andar (en el fondo es un problema de la
vieja mujer que necesita que el hombre prospere para así, por causa
efecto del patriarcado, ella prosperar). La nueva mujer independiente
y liberada no necesita hacer esto.
Cuando una mujer te etiquetar de cabrón, lo que está prodigando es
el patriarcado, la no aceptación de su propia sexualidad, de su
libertad, esta intentando rescatar al viejo hombre así ponga como
excusa el feminismo.
La nueva mujer será la única forma de acercarse al nuevo hombre,
aquella cuya liberación es verdadera, aquella que no se deja
manipular, aquellas que entienden que es trabajo construirse, las que
no hay quien engañen, las que se pagan sus cervezas, las que nadie
puede drogar para follárselas, porque ellas no consienten ser
manipuladas y por eso no necesitan tirar piedras a nadie, porque
están construidas y no dependen de otr@s, y cuando follan con
alguien será por placer, amor o cualquier sentimiento propio y no
será por venganza, o por reconocimiento que las haga mas popular
entre otras cabecitas mal educadas. La nueva mujer es fuerte, se hizo
fuerte a base de un buen sustento de valores de género y eso las
hará construir relaciones limpias con otros hombres o mujeres. Ellas
se desatarán de verdad del patriarcado, por eso no necesitan
provocar a ninguna otra persona para conseguir su sexo, no
necesitaran tirar piedras a nadie porque se reconocen enteras, y esas
son las que construirán relaciones sinceras y sanas (ya sea con otra
persona o con cientos).
La liberación sexual de la mujer que lo vive tirando piedras es en
si una contradicción. Una postura interesada que sin darse cuenta
está prolongando el patriarcado (obtener el poder a través de la
interiorización del rol machista, de la lucha de poder). Y eso es
algo, cuando de educación de género se refiere, en lo que nadie
debiera ceder así te quedes solo, así haya un montón de
chiquillajes(1) (algunos chiquillos y otros adultos, en los primeros no
es tan grave porque todos hemos pasado por procesos de aprendizaje,
los segundos si que no tienen justificación) que deseen abrirte la
cabeza a pedradas o machetazos, así te etiqueten, así te marquen y
no puedas salir ni a la calle, así te pegues 7 años aguantando
palos, así te cueste un exilio.
Porque mientras justifiquemos el insulto, el engaño, la manipulación
en algunas mujeres con el argumento que es para sacar mas del hombre,
para avanzarlo, siempre encontraremos a algunos que sean lo
suficientemente valiente para demostrarnos, ante una avalancha de
piedras, lo contrario. Porque en la educación no se puede ceder (nos
jugamos la convivencia). Solo las cabezas duras rompen piedras y
agradezcamos que haya personas dispuestas a ser este trabajo aunque
mueran por sus valores si de alguna forma en algo aportan.
Yo este ultimo año en mi patria he aprendido que trabajar con
chiquillos no es fácil porque si se hace mal saltan al otro extremo
y hasta se sienten orgullosos de ello. También he aprendido que
convertirse en espejo para hacerles mirarse el ombligo tampoco
funciona.
Pero no deja de ser preocupante que haya personas ya no tan
chiquill@s que utilicen el feminismo
para coartar (casi siempre en su propio interés) comportamientos que
no deben ser y eso si es mas grave.
En cualquier caso tranquilos, el
sufriendo es inevitable (para el que quiere transmitir otro tipo de
relaciones) si hablamos de educación de género (el arte en todas
sus formas, escritura, música, pintura, amor es una gran
herramienta de acercamiento a la educación de género). El coste
personal a la hora de aprender, de darse cuentas de ciertas cosas, es
inevitable cuando se sale de la ignorancia que supone proyectar en
otros (aunque sea chiquillos) mala educación. Romper ciertos
paradigmas equivocados es siempre doloroso. Del otro lado para los
que aspiramos a que nuestros chiquillos canarios tengan otro tipo de
relaciones entre ellos, este coste personal es algo que estamos
dispuestos asumir. Y ahí no se cede, no se cambia.
Quizás así logremos que nuestros chiquillos dejen de humillar,
mentir, engañar, manipular, utilizar el sexo para luchas de poder y
famas que son un contagio de mala educación, porque chupársela a
mas personas no te convierte en mejor persona (tampoco en peor).
Y esa será la única forma de acercarnos al amor, desde el respeto,
la no manipulación, la sinceridad, la empatía con las
circunstancias del otr@. Las relaciones entre personas no cumplen las
mismas reglas que una agencia matrimonial que busca un interés
económico.
Hay muchas formas de provocar la atracción de otra persona. La
mentira, el insulto, la humillación, la falta de respeto no es una
de ellas, y ahí si que nadie se debiera doblegar, nos jugamos la
convivencia en ello.
Los que se pelean no se quieren, El amor no es guerra, no es
irresponsabilidad, no es posesión, no es humillación, y por lo
menos conmigo queda demostrado que así no se saca nada, así me
cueste la vida. Enorgullecerse de ser persona salvaje no es el
principio para construir relaciones sanas.
Las cabezas duras, cuando están bien construidas, rompen piedras y
cuestionan lanzadores. La controversia esta sobre la superficie, que
el planeta opine, yo por mi parte seguiré soñando.
(1)Chiquillaje: Término utilizado en Canarias para personas salvajes,
brutas e ignorantes, parcas en las relaciones, que humillan y faltan
el respeto, que tienden a romper la convivencia y con falta de
educación de todo tipo. Ej “mira que eres chiquillaje!”, “eres
mas chiquillaje que las políticas de Soria”.
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