Desciende del cielo porque no quieren verte las estrellas,
tu osadía es pétrea y cae pesada.
No hay kanutos en la ligera sobremesa,
que ingenuidad mas manoseada.
Quien dicta lo feroz y lo inocente?.
El mar no quiere tormenta hablarme.
Repetida la espuma, me orino por dentro.
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