viernes, 4 de septiembre de 2015

El alzamiento postergado oculto en los genes VI: Belén María.


   En la misma isla donde Maninidra planeara y ejecutar la destrucción de la fortaleza de Gando, nace el 20 de julio de 1964 Belén María Sánchez Ojeda.

   Hija de portuario, se la recuerda como adolescente de carácter afable, agradable conversación y alegría contagiosa. Entero trabajo, obtiene el título de Formación Profesional en la rama sanitaria estudiando por las mañanas y realizando por las tardes prácticas en la UVI de la clínica Santa Catalina. Todo ello mientras tocaba bandurria en rondalla, llevaba al colegio a su segundo hermano, bañaba al más pequeño y hasta escribía poemas. El día tenía más de 24 horas para ella.

   Su ilusión, iniciando la década de los 80 en una supuesta "democracia", era matricularse en la Universidad para ser enfermera y luego convertirse en médico especialista en Pediatría.

   Por aquellos años la amenaza de la privatización del sector portuario por parte de la patronal anesco (ANAVE) y el gobierno de España (UCD) con la complicidad de UGT (sindicato de UCD) hacia llenar de esquiroles el puerto de la Luz y de las Palmas cuando de huelga se trataba. El peligro de la pérdida de los derechos laborales de los estibadores en una tierra ya empobrecida era inminente.

    Los puertos que tuvo que construir el estado por el elevado coste que esto suponía estaban siendo entregados a trozos a las empresas privadas en concesión para que éstas los explotara en su beneficio. Y todo forzado, como hacen los mal gobiernos, a golpe de decretazos, que es la herramienta dictatorial de la democracia.

   Eran los años en que España vendía el Sahara a Marruecos y Canarias decía en referéndum NO a la OTAN y a los legionarios en Fuerteventura. El desempleo era de una injusticia desmesurada y los salarios de los aparceros de tomates y plátanos ridículos.

   Pero hecha de pasta especial, aquel gremio de estibadores, hombres que trabajan en las más duras condiciones de esfuerzo físico y peligro, se organizaba en asambleas. Algo incomprensible para la supuesta joven "democracia".

   Eran personas que se solidarizaban con todos. De forma voluntaria, en el patio se conseguía mediante colectas, cien o doscientas mil pesetas para ayudar a alguien, pues eran gentes que venían de la frustración y el desprecio. Se participaba en movimientos a favor de la sanidad, la policía local, los agricultores. Eran solidarios trabajando de gratis los barcos que se llenaban de gofio y comida para el Sáhara. Fijense lo que iban a ser con una gente así!.

   Porque es el puerto el intercambio con el mundo el Sindicato Libre de la Marina Mercante denunció cierto día en la Comandancia de Marina en aquel convulsionado año la entrada en puerto de las Palmas del El Alalma, procedente de España y que portaba de carga la declaración de 156 kilos de pistolas automáticas star del calibre 9 mm. parabellum con destino a Sudáfrica. Eran los tiempos del boicot internacional al régimen racista de Sudáfrica.

   Porque de ahí comían toda la familia, las propias mujeres fueron las que decidieron participar en las huelgas y asambleas. Se constituyó una organización de mujeres que se reunían en la OTP (Organización de Trabajadores Portuarios). Y hasta los hijos de portuarios se organizaban.

    Y de testimonio histórico el hecho del encierro protagonizado por unas 500 mujeres de estibadores y unos 200 hijos de éstos en la iglesia del Carmen de la Isleta aquel mismo año de 1980.

    En la isla hermana catorce mujeres de estibadores fueron detenidas en el Puerto de Santa Cruz de Tenerife en el transcurso de una concentración de más de trescientas personas, entre mujeres y niños, convocada con el objeto de impedir la carga de tres barcos atracados en el muelle.

Aquello era huelga familiar. Que gente aquella!.

   Eran tan así, que al tiempo se les unió las capas populares de la ciudad de Las Palmas, se volcaron el barrio de La Isleta y muchos barrios obreros: El Polvorín, San Juan, San José... Incluso el Lomo Blanco puso a su disposición una emisora de radio. Ya no era solamente un tema del puerto, se amplificó a toda la isla.

   Y como de contagio son estas cosas, los aparceros iniciaron su huelga encerrándose en la Junta de Canarias y sumando sumando, las obreras empaquetadoras. Que año!. Los portuarios metabolizaban azúcar aquí y allá por doquier.

   El objetivo era claro, la firma del convenio que garantizaba los puestos de trabajo y la aceptación de los empresarios de las peticiones contenidas en el. Unas 300 empresas habían aceptados, todas menos 7. Y ahí comenzaron los decretos del gobierno y la militarización de la isla.

    Se envió a Canarias la Guardia Civil de Almería. Una represión policial planificada. La Guardia Civil impide continuamente la entrada a los miembros del Comité de Huelga en el puerto y protegen con metralletas a los esquiroles. La gobernación civil represalia.

    A todo ello se añadía los medios de comunicación mediante la mentira y el engaño. Los medios escritos dan escasas líneas a la explicación del conflicto. Es parcial la información que se da sobre la huelga de los trabajadores portuarios.

   Y es entonces, en el momento más álgido de aquel verano, cuando se produce la desgracia. El jueves 24 de Julio en plena manifestación de chiquillos y de mujeres, el teniente del puesto de control de la guardia civil cede el paso e incita (según testigos) a un coche a que arremetiera contra los jóvenes que se manifestaban pacíficamente. El Alfa Romeo acelera y atropella a Belen Maria arrastrándola unos 70 metros. Varios manifestantes le gritan al conductor que pare pero éste continua su marcha. Al comienzo, los cristales de la puerta delantera derecha, a la mitad los botines de Belen Maria, y al final unas manchas de sangre que son manchas en la conciencia.

    Belen Maria es ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Santa Catalina donde es intervenida quirúrgicamente y al día siguiente muere. En el suceso hubieron otras personas heridas pero la peor parte fue para la adolescente de 16 años. España vuelve a matar en Canarias.

   Tras el atropello de Belén María un juez de la audiencia provincial se niega a levantar informe del incidente. Llegado el momento del juicio al asesino de Belén María se le condena “a las penas de tres meses de arresto mayor y privación por tres meses y un día del permiso de conducir”. No se depura responsabilidades, el teniente de la guardia civil jamas será acusado de negligencia. Pero los principales culpables, los que le daban las órdenes a la Guardia Civil: el gobernador civil y el gobierno de España que manda a este, jamás se les depurará responsabilidades.

    Después de aquello algo cambió en Canarias. Ventanas, coches de taxistas y población en general, mangas de camisa, crespones negros.

    En comitiva fúnebre una riada humana de treinta mil personas recorrieron en silencio los casi diez kilómetros que separan el centro de la ciudad de Las Palmas del cementerio de San Lázaro. Habrase visto llanto mas largo!.

    Se pasó por distintos sectores y barrios de la ciudad, como el de Escaleritas donde las gentes no se limitaban a observar detrás de las ventanas, sino que bajaban junto a la vía y se integraban a la gran multitud en duelo acompañando el coche fúnebre que portaba un féretro cubierto con una bandera con siete estrellas verdes.

    Y como el mundo es uno y ahí también metabolizamos azúcar, desde Inglaterra ser recibió el pésame de la clase trabajadora. Las coordinadoras de estibadores portuarios de los países nórdicos y de Inglaterra harían efectivo el boicot a los buques españoles en apoyo a sus compañeros de España.

   Se convocó un paro en todos los puertos Españoles en jornada de luto (aun hoy en día en muchos puertos de España y Canarias cuelga la foto de Belén María). Por decisión popular, desde ese momento la Plazoleta donde fue atropellada se llama Belén María. Posteriormente, se registró una manifestación silenciosa de niños que llevaban cada uno una rosa en la mano.

    Las autoridades locales jamás dieron el pésame.

   Y aquello no paró. La UPC (partido pólitico Union del Pueblo Canario), CANC (Confederación Autónoma Nacionalista Canaria), Sindicato Obrero Canario, CC.OO. (Comisiones Obreras), Federación de Sindicatos Autónomos, Sindicato de Trabajadores del Mar, Sindicato Libre de la Marina Mercante, Asociación Obrera Asamblearia, Confederación Canaria de Trabajadores, Coordinadora de Estibadores, todos apoyaron las huelgas que continuaron.

    En Las Palmas de Gran Canaria se unieron a la jornada de huelga el servicio de guaguas (transportes públicos de viajeros) y el de recogida de basuras y limpieza.

    Desde la isla hermana: Siete estibadores fueron detenidos en el puerto de Santa Cruz de Tenerife acusados de impedir la entrada en los muelles de camiones con mercancías para ser cargadas en diversos barcos, a raíz de una huelga que originó la muerte de una chiquilla. Los siete detenidos fueron trasladados a las dependencias de la comandancia de la Guardia Civil, donde tras prestar declaración pasaron a disposición judicial. Un grupo de estibadores se prestaron voluntariamente a cargar dos barcos de fruta con destino a España y a entregar el dinero obtenido a la familia de la joven muerta en Las Palmas. Aquello ya era imparable.

    También parecía imparable la brutal represión de la Guardia Civil en la zona portuaria. En una manifestación de trabajadores, mujeres y niños en un área de mil metros cuadrados, la guardia civil abre fuego con pelotas de goma y botes de humo contra la multitud. Francisco Betancor Verona recibe un impacto de proyectil en un pómulo que le arranca de cuajo el ojo derecho. En el incidente otros muchos salen heridos. Y así, llegaron los teniques en una huelga que ya era de toda la isla.

   La utilización de la fuerza y la violencia de los cuerpos represivos del gobierno no pueden contra la lucha obrera, porque es de recibo que nada puede contra un pueblo unido. Treinta días después de iniciada la huelga de lucha de los estibadores para evitar la privatización de los puertos y pérdida de sus puestos de trabajo, las siete empresas que se negaban a firmar el convenio laboral que todas las demás habían aceptado, se adhirieran al Convenio Marco. El saldo: La muerte de una adolescente de 16 años llena de vida, el más alto que se puede pagar.

   Seis siglos después, Maninidra vuelve a perder en la ciudad por donde discurre el guiniguada.




  En el país emancipado que necesitamos ningún portuario vivirá con la tensión constante de perder su puesto de trabajo o derechos adquiridos, porque Canarias sabe lo importante que es su labor para todos los Canarios. Y lo que es más importante: NINGUN PORTUARIO PERDERÁ UN HIJ@ EN UNA MANIFERSTACIÓN.

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