En
la misma isla donde Maninidra planeara y ejecutar la destrucción de
la fortaleza de Gando, nace el
20 de julio de 1964 Belén María Sánchez Ojeda.
Hija
de portuario, se la recuerda como adolescente de carácter afable,
agradable conversación y alegría contagiosa. Entero trabajo,
obtiene el título de Formación Profesional en la rama sanitaria
estudiando por las mañanas y realizando por las tardes prácticas en
la UVI de la clínica Santa Catalina. Todo ello mientras tocaba
bandurria en rondalla, llevaba al colegio a su segundo hermano, bañaba
al más pequeño y hasta escribía poemas. El día tenía más de 24
horas para ella.
Su
ilusión, iniciando la década de los 80 en una supuesta
"democracia", era matricularse en la Universidad para ser
enfermera y luego convertirse en médico especialista en Pediatría.
Por
aquellos años la amenaza de la privatización del sector portuario
por parte de la patronal anesco (ANAVE) y el gobierno de España
(UCD)
con la complicidad de UGT (sindicato de UCD) hacia
llenar de esquiroles el puerto de la Luz y de las Palmas cuando de
huelga se trataba. El
peligro de la pérdida de los derechos laborales de los estibadores
en una tierra ya empobrecida era
inminente.
Los
puertos que tuvo que construir el estado por el elevado coste que
esto suponía estaban siendo entregados a trozos a las empresas
privadas en concesión para que éstas los explotara en su beneficio.
Y todo forzado, como hacen los mal gobiernos, a golpe de decretazos,
que es la herramienta dictatorial de la democracia.
Eran
los años en que España vendía el Sahara a Marruecos y Canarias
decía en referéndum NO a la OTAN y a los legionarios en Fuerteventura. El desempleo era de una injusticia desmesurada y los
salarios de los aparceros de tomates y plátanos ridículos.
Pero
hecha de pasta especial, aquel gremio de estibadores, hombres
que trabajan en las más duras condiciones de esfuerzo físico y
peligro, se organizaba en
asambleas. Algo incomprensible para la supuesta joven "democracia".
Eran
personas que se solidarizaban con todos. De forma voluntaria, en el
patio se conseguía mediante colectas, cien o doscientas mil pesetas
para ayudar a alguien, pues eran gentes que venían de la frustración
y el desprecio. Se participaba en movimientos a favor de la sanidad,
la policía local, los agricultores. Eran solidarios trabajando de
gratis los barcos que se llenaban de gofio y comida para el Sáhara.
Fijense lo que iban a ser con una gente así!.
Porque
es el puerto el intercambio con el mundo el Sindicato Libre de la
Marina Mercante denunció cierto día en la Comandancia de Marina en
aquel convulsionado año la entrada en puerto de las Palmas del El
Alalma, procedente de España y que portaba de carga la declaración
de 156 kilos de pistolas automáticas star del calibre 9 mm.
parabellum con destino a Sudáfrica. Eran los tiempos del boicot
internacional al régimen racista de Sudáfrica.
Porque
de ahí comían toda la familia, las propias mujeres fueron las que
decidieron participar en las huelgas y asambleas. Se constituyó una
organización de mujeres que se reunían en la OTP (Organización de
Trabajadores Portuarios). Y hasta los hijos de
portuarios se organizaban.
Y de testimonio
histórico el hecho del encierro protagonizado por unas 500 mujeres
de estibadores y unos 200 hijos de éstos en la iglesia del Carmen de
la Isleta aquel mismo año de 1980.
En la isla hermana
catorce mujeres de estibadores fueron detenidas en el Puerto de Santa
Cruz de Tenerife en el transcurso de una concentración de más de
trescientas personas, entre mujeres y niños, convocada con el objeto
de impedir la carga de tres barcos atracados en el muelle.
Aquello
era huelga familiar. Que gente aquella!.
Eran tan así, que al
tiempo se les unió las capas populares de la ciudad de Las Palmas,
se
volcaron el barrio de La Isleta y muchos barrios obreros: El
Polvorín, San Juan, San José... Incluso el Lomo Blanco puso a su
disposición una emisora de radio. Ya no era solamente un tema del
puerto, se amplificó a toda la isla.
Y
como de contagio son estas cosas, los aparceros iniciaron su huelga
encerrándose en la Junta de Canarias y sumando sumando, las obreras
empaquetadoras. Que año!. Los portuarios metabolizaban
azúcar aquí y allá por doquier.
El objetivo era claro, la
firma del convenio que garantizaba los
puestos de trabajo y la aceptación de los empresarios de las
peticiones contenidas en el. Unas 300 empresas habían aceptados,
todas menos 7. Y ahí comenzaron los decretos del gobierno y la
militarización de la isla.
Se envió a Canarias la Guardia Civil de Almería. Una
represión policial planificada. La Guardia Civil impide
continuamente la entrada a los miembros del Comité de Huelga en el
puerto y protegen con metralletas a los esquiroles. La gobernación
civil represalia.
A todo ello se añadía los medios de comunicación
mediante la mentira y el engaño. Los medios escritos dan escasas
líneas a la explicación del conflicto. Es parcial la información
que se da sobre la huelga de los trabajadores portuarios.
Y es entonces, en el
momento más álgido de aquel verano, cuando se produce la desgracia.
El jueves 24 de Julio en plena manifestación de chiquillos y de
mujeres, el teniente del puesto de control de la guardia civil cede
el paso e incita (según testigos) a un coche a que arremetiera
contra los jóvenes que se manifestaban pacíficamente. El Alfa Romeo
acelera y atropella a Belen Maria arrastrándola unos 70 metros.
Varios
manifestantes le gritan al conductor que pare pero éste continua su
marcha. Al comienzo, los cristales de la puerta delantera derecha, a
la mitad los botines de Belen Maria, y al final unas manchas de
sangre que son manchas en la conciencia.
Belen Maria es ingresada en la Unidad de Cuidados
Intensivos de la Clínica Santa Catalina donde es intervenida
quirúrgicamente y al día siguiente muere. En el suceso hubieron
otras personas heridas pero la peor parte fue para la adolescente de
16 años. España vuelve a matar en Canarias.
Tras
el atropello de Belén María un juez de la audiencia provincial se
niega a levantar informe del incidente. Llegado el
momento del juicio al asesino de Belén María se le condena “a las
penas de tres meses de arresto mayor y privación por tres meses y un
día del permiso de conducir”. No se depura
responsabilidades, el teniente de la guardia civil jamas será
acusado de negligencia. Pero los principales culpables, los que le daban las
órdenes a la Guardia Civil: el gobernador civil y el gobierno de
España que manda a este, jamás se les depurará responsabilidades.
Después de aquello algo cambió en Canarias. Ventanas,
coches de taxistas y población en general, mangas de camisa,
crespones negros.
En comitiva fúnebre una riada humana de treinta mil
personas recorrieron en silencio los casi diez kilómetros que
separan el centro de la ciudad de Las Palmas del cementerio de San
Lázaro. Habrase visto llanto mas largo!.
Se pasó por distintos sectores y barrios de la ciudad,
como el de Escaleritas donde las gentes no se limitaban a observar
detrás de las ventanas, sino que bajaban junto a la vía y se
integraban a la gran multitud en duelo acompañando el coche fúnebre
que portaba un féretro cubierto con una bandera con siete estrellas
verdes.
Y como el mundo es uno y ahí también metabolizamos
azúcar, desde Inglaterra ser recibió el pésame de la clase
trabajadora. Las coordinadoras de estibadores portuarios de los
países nórdicos y de Inglaterra harían efectivo el boicot a los
buques españoles en apoyo a sus compañeros de España.
Se convocó un paro en
todos los puertos Españoles en jornada de luto (aun hoy en día en
muchos puertos de España y Canarias cuelga la foto de Belén María).
Por
decisión popular, desde ese momento la Plazoleta donde fue
atropellada se llama Belén María. Posteriormente, se registró una
manifestación silenciosa de niños que llevaban cada uno una rosa en
la mano.
Las autoridades locales jamás dieron el pésame.
Y
aquello no paró. La UPC (partido pólitico Union del Pueblo
Canario), CANC
(Confederación
Autónoma Nacionalista
Canaria), Sindicato
Obrero Canario, CC.OO. (Comisiones Obreras), Federación de
Sindicatos Autónomos, Sindicato de Trabajadores del Mar, Sindicato
Libre de la Marina Mercante, Asociación Obrera Asamblearia,
Confederación Canaria de Trabajadores, Coordinadora de Estibadores,
todos apoyaron las huelgas que continuaron.
En Las Palmas de Gran Canaria se unieron a la jornada de
huelga el servicio de guaguas (transportes públicos de viajeros) y
el de recogida de basuras y limpieza.
Desde la isla hermana: Siete estibadores fueron
detenidos en el puerto de Santa Cruz de Tenerife acusados de impedir
la entrada en los muelles de camiones con mercancías para ser
cargadas en diversos barcos, a raíz de una huelga que originó la
muerte de una chiquilla. Los siete detenidos fueron trasladados a las
dependencias de la comandancia de la Guardia Civil, donde tras
prestar declaración pasaron a disposición judicial. Un grupo de
estibadores se prestaron voluntariamente a cargar dos barcos de fruta
con destino a España y a entregar el dinero obtenido a la familia de
la joven muerta en Las Palmas. Aquello ya era imparable.
También parecía imparable la brutal represión de la
Guardia Civil en la zona portuaria. En una manifestación de
trabajadores, mujeres y niños en un área de mil metros cuadrados,
la guardia civil abre fuego con pelotas de goma y botes de humo
contra la multitud. Francisco Betancor Verona recibe un impacto de
proyectil en un pómulo que le arranca de cuajo el ojo derecho. En el
incidente otros muchos salen heridos. Y así, llegaron los teniques en
una huelga que ya era de toda la isla.
La utilización de la
fuerza y la violencia de los cuerpos represivos del gobierno no
pueden contra la lucha obrera, porque es de recibo que nada puede
contra un pueblo unido. Treinta
días después de iniciada la huelga de lucha de los
estibadores para evitar la privatización de los puertos y pérdida
de sus puestos de trabajo, las siete empresas que se negaban a firmar
el convenio laboral que todas las demás habían aceptado, se
adhirieran al Convenio Marco. El saldo: La muerte de una adolescente
de 16 años llena de vida, el más alto que se puede pagar.
Seis siglos después,
Maninidra vuelve a perder en la ciudad por donde discurre el
guiniguada.
En el país emancipado que necesitamos ningún portuario vivirá con la tensión constante de perder su puesto de trabajo o derechos adquiridos, porque Canarias sabe lo importante que es su labor para todos los Canarios. Y lo que es más importante: NINGUN PORTUARIO PERDERÁ UN HIJ@ EN UNA MANIFERSTACIÓN.
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