“Todo sucedió aquel día que tuve la obligación de asistir a un encuentro con aquel escritor canario en el zoológico. La jirafa estaba ahí toda manchada de pena tras los barrotes mientras un montón de entes impersonales le tomaban fotografías. A la noche volví con la herramienta pesada y a marronazos salté para el aire un par de varas de acero, pero debí hacer mucho ruido porque no más la jirafa agachaba la cabeza para traspasar el hueco dejado unos uniformados me ponían las esposas. Aquella noche desde el calabozo me propuse integrar la solución a una premisa: que ningún ser vivo merece ser encerrado. Desde aquel represor habitáculo se me hizo imprescindible imaginar una puerta al otro lado.”
Así comienza la entrevista que realizamos a Guayarmina Chinea, la directora del equipo de investigación para la teletransportación de Palermo de la empresa ATC s.a.(*)
¿Como surgió la idea para esta teletransportación?.
La idea nos la dio la forma como se comunican las jirafas. Emiten sonidos de frecuencia muy baja, inaudible para el humano, que es capaz de transmitirse a grandes distancias. Se podría decir que la mirada de las jirafas duerme en las frecuencias que emiten.
De la misma forma nuestra cápsula de teletransportación no es más que un sintetizador capaz de traducir la digitalización de un objeto en frecuencias extremadamente bajas, estas frecuencias las portan los gluónes, que son las partículas de las que hacemos uso para llevar a cabo la teletransportación.
A la vez, esta onda posee también un comportamiento fractario de extraño atractor no caótico de proporción áurea.
Diferentes partes del sistema tienen un apoyo teórico basado en el desarrollo del descubrimiento hecho por el español Francisco Santos Leal en el 2010 sobre el hallazgo de que un politopo de dimensión d con n caras puede tener un diámetro combinatorio mayor que n-d.
Esto a dado pie a crear algoritmos no lineales que nos permitan secuenciar y ordenar la ingente cantidad de moléculas y átomos aislados que comprende una semilla de acebuche en el origen y su reconstrucción en el destino. A toda esta batería de algoritmos los hemos denominado algoritmos del sombrero de Sheila.
Los algoritmos del sombrero de Sheila hacen que los cálculos de la cromodinámica cuántica, tan difíciles para las soluciones a estas ecuaciones, sean algo más que aproximaciones numéricas. Con ellos podemos predecir la generación y desarrollo de las bolas de gluones y sus correspondientes constantes físicas en relación a la interacción electrodébil, la descomposición molecular y atómica en las rejillas criogenizadas, su inverso en el destino, calcular la modulación que haga posible la onda etc.
Otro hito importante de la ciencia del que hemos hecho uso es el llevado a cabo por diferentes grupos de investigación alemanes y españoles que hizo posible llegar a la temperatura del cero absoluto, e incluso negativas, con moléculas magnéticas y gas cuántico, desafiando la tercera ley de la termodinámica, ya que diferentes partes de nuestro sistema hacen uso de este alcance.
Además el avance tecnológico para generar mayores energías nos ha adentrado a manipular dimensiones aún mas pequeñas, lo que nos ha permito controlar la sincronización de tiempos tan reducidos que intervienen en las diferentes interacciones de la naturaleza (fuerza débil, fuerza fuerte, electromagnética y gravitacional) antes de las correspondientes desintegraciones. Todo ello nos ha animado a esta ocurrencia de aplicación en teletransportación.
¿Y como se realiza la teletranportación?
Realmente no hablamos de un solo proceso de teletransportación sino de un grupo de ellos del que elegimos uno u otro según la materia origen a transportar.
Aunque
en nuestro sistema hacemos uso de todas las fuerzas que gobiernan la
naturaleza la principal interacción usada es la fuerza fuerte y la
unificación de esta con la magnética (interacción magnetofuerte).
Uno
de los procesos podría ser descrito de la siguiente manera:
Imagínate tres boliches de diferentes tamaño unidos por unos
elásticos. Dos de estos boliches dispuestos en paralelo en un origen
están unidos al tercero en el destino (partícula de engoe) por
elásticos independientes. Es decir tres boliches de diferentes masas
unidos por dos elásticos. Estos elásticos puede crearse imaginemos
por generación espontanea. Los elásticos se crearán cuando alguno
de los dos boliches en el origen (uno la molécula origen a
transportar y otra una partícula que llamamos partícula de resorte)
alcance lo que se denomina estado blanco o neutro con el boliche de
destino. Ademas supongamos que los boliches en el origen están
conectados con el destino por dos tuberías independiente que
contienen los elásticos. Una de las tuberías la podríamos rellenar
con agua y otra con algún fluido mas denso (aceite, jabón etc) que
haga a los boliches tener mas o menos resistencia al movimiento (esta
diferencia se lleva a cabo con temperaturas cercanas cuando no
iguales al cero absoluto, con ultravacíos y con la manipulación del
campo de higgs).
Uno
de los boliches en el origen (materia a transportar) determinará los
boliches elegidos en el destino y en el otro origen resorte (en
cuanto tipo, masa, spin, potencial y otras características cuánticas
de los hadrones).
Si
queremos llevar uno de estos boliche en el origen al destino, parece
razonable que una vez creado el elástico con una tensión casi
infinita, el boliche tenderá rápidamente a viajar hasta el boliche
en el extremo destino. Pero este elástico es tan duro que parece
imposible romperlo y puede llegar el momento en que ambos colisiones
en destino (cosa que no deseamos). La manera de evitar esta colisión
es crear otro elástico con la misma fuerza en el otro origen
(boliche resorte) que haga al boliche engoe (en el destino) viajar
por tensión hasta el origen por la tubería resorte, para entonces
ya tendremos el boliche origen a transportar en el destino,
cumpliéndose la transportación. Este sería a grosso modo el
mecanismo de la teletransportación. No siempre hacemos uso de la
partícula resorte porque como ya hemos mencionado dependerá del
proceso utilizado.
En
algunos casos todo esto va acompañado de una conversión de la
temperatura de criogenización de 4k al 0 absoluto, momento en el que
se produce la teletransportación.
¿Y
cual sería esa fuerza de tensión a la que hace referencia y que
serían los elásticos?.
El objetivo que ha guiado nuestras investigaciones es sacar la fuerza nuclear fuerte y la residual, fuera del átomo.
La
principal característica de la interacción fuerte de la que hacemos
uso es que tiene la extraña propiedad que a mayores distancias ésta
es mas fuerte (al contrario que el resto de interacciones) como
ocurre en un elástico.
Esta
fuerza es la que une los quark dentro de los hadrones (bariones y
mesones) y es transmitida a través de los gluones que portan una
carga de color que hace posible que los quarks tengan un
confinamiento y libertad asintótica dentro del hadrón. El elástico
seria por tanto los gluones.
Éstos
son creados por unos generadores de gluones repartidos a lo largo de
las tuberías que emiten bolas de gluones al interior de éstas. Los
gluones al igual que los quarks poseen carga de color y es la
combinación neutra de estas cargas lo que permite la
teletransportación.
Aunque las desmesuradas combinaciones de colores y anticolores que hay entre
la larga cadenas de gluones, y sus quarks en los extremos, nos hagan
pensar que la combinación de todos ellos para que el total sea
blanco parezca computacionalmente imposible de hallar, los algoritmos
del sombrero de Sheila nos regala un método para hacer a todo el
sistema sin color predominante, momento en el cual se iniciará la
teletansportacion de la molécula o átomo en el origen. Y así para
todos los cálculos referentes a las leyes que rigen la interacción
fuerte.
El
acondicionador de gluones (que reviste ambas tuberías) estabiliza y
desovilla las bolas además de calibrar los potenciales vectoriales
gluónicos alineándolos. La forma es haciendo uso de la fuerza de
interacción magnetofuerte (ejercida sobre la carga de color, la masa
de la bola y espín de los gluones) así como de las propiedades
paramagnéticas de las cargas de color, intensificando así ésta.
También
gracias al acondicionador manipulamos la frecuencia de los gluones de
la misma forma que las antiguas células fotovoltaicas manipulaban
los fotones para pasar las frecuencias bajas de la luz natural a
frecuencias altas aprovechables. Pero en este caso al revés, pues
nos interesa que la onda de gluones viaje los más posible y para ello
debemos bajar su frecuencia (un gluón se puede desintegrar en dos
gluones, multiplicando los gluones). De eso también se encarga el
acondicionador de gluones. La onda final de gluones cumple con una
portadora de un extraño atractor no caótico , pensemos en el símil
de la jirafa que emiten frecuencias bajas inaudibles para el humano y
que son capaces de comunicar a grandes distancias.
Debido
a las leyes cuánticas es imposible saber que átomo de la molécula
origen será excitado por el gluón que se adentre en el núcleo,
pero una vez establecido el enlace si podemos calcular a través de
los algoritmos del sombrero de Sheila que combinación de colores
harán blanco al sistema para que se produzca la teletransportación.
El
confinamientos de la molécula es llevado a cabo por una nube
gluónica que la envuelve permitiendo que llegue a su destino entera,
una vez en el destino se harán comprobaciones de su integridad con
la información de metadatos enviadas por otro canal.
Hasta
ahora no lo he nombrado pero también hay un tercer canal que
comunica el origen con el destino y que es utilizado entre otras
cosas como comprobador de integridad y secuenciador.
¿Cuando
y como se eliminan los elásticos?.
Eso dependerá, como hemos indicado anteriormente, del método utilizado para la teletransportación que es dependiente de la materia a transportar.
En un método por ejemplo hacemos uso de conmutadores de nanomembrana de grafeno a modo de compuertas. El interior de la cámara destino estaría revestido con un metal, una vez aplicado cierto voltaje la membrana por efecto túnel y ante una temperatura de cero absoluto se arquearía atravesando y atrapando el quark generado en el oscilador-acelerador de partículas sin tiempo para que el quark creara su antiquark. Quedaría así atrapado en la tubería (en el caso concreto que la partícula de engoe sea un quark) antes de que genere su propio antiquark. Este proceso es instantáneo por el efecto túnel (el efecto túnel es efecto a muy cortas distancias) quedando así aislado el quark del resultado de la colisión en la cámara para engancharlo a la cadena de gluones del tubo. Para el quark supone menos energía engancharse a la cadena de gluones que generar su propio antiquark. Las partículas con masas pequeñas son mas aptas para atravesar barreras por efecto túnel. Conmutadores similares son aplicados a la tubería resorte.
En otras ocasiones hay una combinación de las nueve que no tiene carga y no participa de la fuerza. Esta se puede programar en el acondicionador de gluones que cubre toda la tubería para que haga inefectiva la cuerda una vez que el átomo origen llegue a un cierto punto del recogido, El resto del camino el átomo viajará por inercia energética.
Utilizar la tubería de resorte seria otro caso (no siempre se hace uso de ella), ya que permite debilitar una cuerda a base de tensionar la otra. Se hace uso también en estos casos de cambios bruscos de temperatura.
La
naturaleza oscilatoria de algunas partículas de engoe, como es el
kaón neutro, es otra forma de interrumpir la conexión según el
estado oscilatorio de la partícula.
Para
algunos de los casos anteriores la cuerda de gluones se desintegra en
piones y otra serie de partículas.
¿Como
se enlaza el haz de gluones a la materia origen a transportar?.
Ante
la gran variedad de masas a transportar y el gran zoológico de
partículas cuánticas de las que hacemos uso, una vez más no
tenemos un único método.
En
algunos casos con una nube gluónica que cree una unión fuerte entre
todos los átomos de la molécula, otras haciendo uso de los piones
que mantienen los hadrones de los átomos unidos.
El
gluon incidente en el protón del átomo origen es llevado mediante
el efecto túnel hasta el mismo confinamiento del protón bajo una
temperatura de cero absoluto. Todo ello está basado en la analogía
del intercambio electrónico en la fotosíntesis llevada al
intercambio cuántico (en la medida que hemos ido conociendo en
profundidad la fotosíntesis hemos podido emular una conversión de
materia a energía y viceversa).
La
energía cinética y potencial de los gluones es de unos 320 MeV
dentro del átomo, si el haz de gluones que incide en el protón
origen es de menor energía y potencial, echamos
mano del efecto túnel en el gluón para alcanzar al núcleo y
enlazar el átomo.
A
veces la combinación de hadrón entre el origen y destino no es
posibles y en ese caso hacemos uso de partículas intermedias (tanto
en el origen como en el destino) en las precámaras.
¿Quienes
son las partícula de engoe y de resorte?.
El
abanico de partículas a utilizar es variado (quarks, piones, kaones,
hiperón, diferentes bariones, hadrones exóticos, deuterones, otros
tipos de átomos pesados etc.). El oscilador-acelerador en el destino
es un sistema multifunción.
La
producción de quarks top solitarios la realizamos en el
oscilador-acelerador mediante la fuerza nuclear débil, Haciendo uso
de la interacción
débil
podemos
cambiar el tipo de sabor del quark, Los bosones W y Z son
los que permiten este cambio.
Con
diferentes colisiones en un protón obtenemos quarks que es posible
aislar por efecto túnel (nanomembrana de grafeno) antes de que éste
creen su propio antiquark. Disponemos también, bajo programa, de
otras colisiones que nos dan diferentes tipos de quarks.
La
generación de QGP (plasma de quark-gluones) con temperaturas y/o
densidades muy altas es otra forma en la que podemos disponer de
quarks deconfinados que nos facilita su aislamiento.
En
todos estos procesos el quark sería la partícula engoe a obtener.
Cuando
no es un único quark el que deseamos obtener en el destino, (como
cuando queremos construir un pentaquarks), disponemos de otro método.
Y ahí si interviene en determinados casos la tubería resorte y su
correspondiente partícula en el origen (partícula resorte), en un
proceso en el que se activa una u otra tubería secuencialmente en
intervalos instantáneos por efecto túnel. La partícula de engoe
sería pues un mesón J/ψ (quark encanto y antiencanto), que al
enlazarse a través del haz gluónico con un protón (dos quarks up y
uno down) en el átomo origen nos de un pentaquarks. Un átomo pesado
seria la partícula resorte en el origen resorte. El mesón J/ψ lo
obtendríamos por la desintegración de un barión conocido como Λb
(Lambda b) en el oscilador-acelerador destino.
En
el caso de utilizar partículas intermedias podemos generar piones en
el destino (también en el origen resorte) bombardeando carbono con
partículas alfa (núcleos de helio).
Otras
combinaciones serían un pion en el átomo origen con un determinado
quark como partícula engoe.
Tengamos
en cuenta que en el destino el acelerador-oscilador contiene una
temperatura y presión muy alta, cuando se abre la compuerta el quark
destino pasa a una temperatura mucho menor (en ocasiones cercanas al
cero absoluto o inclusive el propio cero absoluto) y a un ultravacío
con lo que la confinidad en la tubería aumenta y se permite que la
interacción fuerte actúe y se produzca la teletransportación.
¿Como
se dispone la materia a transportar en el origen?.
Una fotografía del estado cuántico de los átomos y moléculas a transportar viaja por el canal de metadatos, los átomos y moléculas se etiquetan, forma de indexarlos con la metainformación que registra su localización en las 3 coordenadas de la posición en la cámara origen.
En un principio la materia a transportar se criogeniza con lo que la frecuencia de sus partículas son tan bajas que llegan casi a ser nulas (congelación cuántica del objeto). Eso hace al dispositivo desmembrar cada uno de los cristales que componen el objeto mediante el efecto túnel para iniciar el proceso de teletransportación.
A la par se bombardea con bosones que crean un campo de gauge y se atraen grupos de átomos que forman los cristales y son etiquetados (la manipulación de las cargas de color en los núcleos atómicos también interviene en esta atracción modificando el potencial de color de los gluones debida a la anomalía de traza en el protón del átomo origen).
Al otro lado el proceso es el inverso vamos uniendo según secuencia los átomos aislados y las moléculas.
Las últimas pruebas establecían un 87% de certeza en la reconstrucción de una semilla de acebuche en la cámara destino. Según el clásico Timeo, la creación es “una imagen en movimiento de la eternidad”
¿Para
cuando la teletransportación de un ser vivo?.
* Atis Tirma Cabrones s.a. es una empresa libre y soberana de investigación que poseen sus instalaciones en el exilio.