viernes, 16 de mayo de 2014

VALPARAISO.

     En mañana bulliciosa despierta en la ventana el mercado de Valparaíso. Desde temprano a gritos se oye el reclamar de vendedoras de calle sucia, se inunda el calor de este verano de frases aromáticas: “a 100 pesos, a 100 pesos lechuga española chiquilla!” y “pimentón!, choclo casera!”, “papas de sereeeena” y toda la verdura que cabe del mar pacífico a la cordillera de los Andes. Y al acabar, solo sobras de verduras y frutas desparramadas por el suelo, olor a restos de pescado y mariscos.
    Como Ciudad cultural que es, en micro viajan poetas vendiendo lo suyo, recitando directo a la gente que sin barreras escucha. Una poesía más social, mas de todos. “Y el puerto para los artistas” comenta Juan Carlos que desde su sombrero amplio vislumbra el mundo como si Valparaíso fuera, nada mas y nada menos, que una parte de él.
    Pasean sonoras de voces las gentes por sus avenidas marítimas mientras allá en lo alto se intuye el silencio de los cerros. Algún cerro se alimenta de artistas. Se juntan ellos en el taller con olor a soldadura de Willy, taller desde el que saldrán bicicletas de 3 ruedas, de 3 metros, de 3 manillares, con 3 malabaristas.
   Y aquel lobo marino varado en el dique no se molesta, porque subirá la marea, es quien se sabe libre esta enorme bola de grasa. Tan ausente del mundo en sus orillas, tan fresca Valparaíso, que de enfermedad caigo prendido después de bañarme en sus aguas gélidas.
   Siglos después, ya en la patria chica, leo que ardieron los cerros y recuerdo que para mi Valparaíso no venía sola . Venía con Coni, estrellita blanca Coni, estrella humana Valparaíso.




jueves, 15 de mayo de 2014

ERAN POCOS.

      Está metido en la educación occidental y se lo creen porque a nadie le gusta reconocer genocidios. Siempre la misma excusa:“eran pocos”. La de veces que habré escuchado eso en Madrid. Andan algunos de aquellos, en su ignorancia, atribuyendo a la leyenda a los guanches como si jamás hubieran existido (cuanto menos que queden restos en el canario de hoy).
     Para los algo mas nutridos de conocimiento, la justificación vuelve a ser la misma “eran muy pocos”. Curioso que algunos certifiquen la conquista de los canarios alegando que aquellas islas apenas contenían cuando después de esta se utilizaran a muchos para repoblar la iberia. Se nos olvida la multitud de guanches que repoblaron pueblos enteros abandonados de Valencia, Sevilla y otros del norte de España. Va a ser que ellos son también parte de la leyenda.
    Y para que hablar del prospero negocio de vender esclavos canarios como pasó con aquellas mujeres y niños de la gomera ante la devastadora llegada de Pedro de Vera .Y es que ni tan siquiera después de la conquista eran pocos (por ahí anda los apellidos Oramas, Chinea, Guanche, Bencomo, Dara, Darfía, Taoro etc. que lo desmienten), pues quien trabajaría sino los ingenios de azúcar, quien iba a ser sometido sino a la labranza y al trabajo gratuito bajo pena de herejía. Mano de obra convertida que será de buena utilidad, que traer gente aquí para trabajar tiene su coste y al fin al cabo esto es un negocio.
    “Eran muy pocos” también fue aplicado a los Saharawis. Muchos españoles toman la misma máscara cuando se habla de la antigua colonia del desierto. Y hasta Marruecos aprendió la excusa tupiendo de marroquíes el Sahara Occidental. Es la coartada perfecta para la colonización por hechos consumados.
     Porque esto es un carro de colonos ya los ingleses la practicaron también en Asia. Vaciaron sus prisiones de asesinos, violadores, ladrones y demás delincuentes para mandarlos a las antípodas y así nació Australia.
    Y que decir de la política israelí de hechos consumados en la colonización de Cisjordania? esa si es reductora de población originaria.. Y si, Palestinos en verdad ya van quedando pocos.
    Así se justifica la historia, así es razonable desequilibrar demografías a base de desalojar cárceles como en Inglaterra o pobres como en España.
   “Eran muy pocos “ es la excusa colonial para la colonización por hechos consumados Y para mi, como si era uno solo. Eran muy pocos me decían.





EL RECLAMO DEL CHEF INGENIOSO.

"A errrsss : Chicos para Mañana :
1º Ensalada Alegría del Huerto.
2ª Risotto de Zapallo con milanesa de pollo.
3º postre Macedonia.
Mas nuestro rico pan amasado y aji cacho de cabra.
Y a las personas que vengan a casa su jugo de Menbrillo .
Nuestro menú esta tan solo a 2500 pesitos muy economico".


"Buenas Tardes Chicos , para el martes:
1ª Crema de Zapallo(calabaza) con Croûton de oregano.
2ª Pastel de Acelga con papas doradas
3ª macedonia de frutas.
mas agregados de pan amasado y aji cacho de cabra.
y a los que vengan a mi casa jugo de membrillo.
valor del menú $ 2500 pesos chilenos ..., jejej ECONÓMICOS."


"Chicos para el miércoles atentos:
1º Ensalada rusa especial.
2º pascualina con ensalada de tomates
3º budín de pan con caramelo.
mas pan amasado y aji cacho cabra.
y a los que vengas a mi casa se les dará un jugo de Membrillo.
chicos todos nuestro productos son naturales y caseros .
el menú saldrá 2500 pesos económico".


"Se ofrece también pan de molde amasado , mas cheesecake de naranja y bizcocho de zanahoria ,nueces y pasas."



"Chicos tenemos los Ricos almuerzos en CLANDESTINO:
1º Empanadas de Acelga con ensalada.
2º Pudin de atún con papas asadas, al romero.
3º Babarua de frutilla.
mas muestro exquisito pan amasado y ají cacho de cabra.
Y nuestra promoción de jugo natural de melón.....si vienes a mi casa."

LOS SUEÑOS QUE ALIMENTAN.

       Coni llegaba tan cansada de clase que ni hambre ni sed impedían que el sueño la absorbiera profundamente. Y en su sueño fue invitada a un banquete con suculento curanto y jugo de esos de sobres y pastel de choclo y krugen de frambuesa de postre. Luego se le convidó a una fuente de rica bebida de nombre inenarrable que saciaba su sed. Así hasta casi la mañana en eterno sueño saciador de hambre, sed y cansancio.
      Solo había un problema a tal ensoñadora terapia. A veces, un baño de puro mármol esperaba al fondo del salón donde se celebraba el banquete y Coni despertaba con tibieza entre las piernas.


miércoles, 14 de mayo de 2014

¿Quien fomenta guerra?.

     Y mira que me destrozó aquella cara, esos ojos chiquitos y brillantes bajorrelieve de una sonrisa. Así de nervioso estaba Arcadio, con la cabeza inclinada hacia el suelo contestaba al militar que yo venía con él, que simplemente estaba colaborando con la asociación de campesinos, que llamara a la alcaldía, y así justificación sobre justificación hasta que lo mandaron a callar. “¿Y ud de donde es?”, “De aquí pué”.
      Llegado mi turno, pasaporte y las preguntas de siempre: ¿De donde viene ud?, ¿quien le manda?, ¿que hace aquí?, ¿a donde va? a la vez que otro me cacheaba de arriba abajo.
      El cacheo encontró algo cuadrado en el bolsillo y el aviso hizo a los 4 militares apuntarme con los fusiles y retirarse un poco. Esa gente estaba muy nerviosa, y era normal, ninguno era de allí y estaban en Caldono, el pueblo que tantas veces se tomó las Farc y que contenía a la vereda por la que pasaba la panamericana, Pescador. Pero como decía Lila quien les mandaría meterse en aquello, llegar a vestir un uniforme contra su pueblo, portar las armas que enriquecen tanto a los gringos, el plan Colombia bien se merecían sentir ese miedo.
      "¿Que es eso?, sáquelo despacito, despacito.” y la funda con su cámara dentro salio de mi bolsillo al ritmo que ellos deseaban. Se tranquilizaron solo después de que me mandaran abrir la funda y yo sacara la cámara. Revisaron todas las fotos y videos, entonces aún no había grabado el sonido desde campo alegre de la vereda de veinte de julio donde por esos días echaban bastante plomo, tampoco había el video donde desde lejos se veían los helicópteros de refuerzo aterrizando en Caldono después de los 3 atentados de Toribio, Siberia y Caldono.
      Me devolvieron la cámara y me pidieron que no fuera a los montes que me podían secuestrar , precisamente lo que ellos estaban haciendo sacándome de un lindo paseo por el mercado de Caldono con Arcadio, para meterme en aquel cuartel, que a saber las terribles historias que guardaba.
      Hace dos días, detrás del auditorio Alfredo Kraus, unos policías nacionales registraron el coche que conducía. Me robaron 5 euros y nos cachearon de arriba a abajo mientras me preguntaban si tenia una navaja u objeto punzante. Y yo me quedo pensando ¿así no empiezan las guerras?.


El salto al más allá.

     Y sabrá dios lo que estabas pensando cuando caías de la fortaleza de Ansite rompiendo cardonales, clavándote púas (1) de tuneras que atravesaban tu tamarco y se clavaban ya en un cuerpo probablemente muerto. Tal vez solo eras la impotencia descendiendo al recuerdo de un pasado mejor y algo que no permite desviaciones en el rumbo o en los derechos. Pero ya en los minutos previos al salto nada te podían imponer, nada te podían quitar, ni siquiera el borrarte la vida al grito de Atis Tirma.
     Quizás también miraste a tu alrededor antes del salto y los vistes mas perdidos que nunca, mas serios que nunca, como si hubiera sido más de 7 días de asedio como si hubiera sido siglos. Unas caras evocando la aceptación de que ya no había cabida para ellos en aquella su isla. Los que no se convirtieron habían asimilado eso desde hace mas de 10 años pero ninguna cultura se enfrenta despreocupa a su muerte.
No se si el Faycan de telde comenzó entonces a bendecir o maldecir pero probablemente ya sus pies estaban al lado de los tuyos.
     Tus ojos viendo el viento en sus pelos, tu mirada de magma cayendo al invasor y sentir las espingardas y los cepos y ya todo hacerse mas claro para ti. Y ni una sabiduría de Guanarteme derrotado, ni una huida de Guayarmina convencida pudo amedrentar el salto a la eternidad. Quizás así o de cualquier otra forma fue tu salto, no lo sabremos, pero aún se oye hablar de ti.



(1) Sabemos que no habían tuneras en la época de la conquista, ¿pero habrá algo mas doloroso que unas púas de tuneras clavándose en la piel?.

Naranja.

La pormenorización de los hechos fue la siguiente:
  • Me caí de una palmera datilera en un verano caldente.
  • Me puse a llorar lágrimas de color calabaza que agitaron una tormenta de palabras.
  • Me calló una támbara en la cabeza.
  • Me la comí.
  • Me creció un naranjero adentro.



martes, 13 de mayo de 2014

CARTA PÚBLICA A UN AMIGO. (2009)


    Hace algunos días leí en un periódico de tirada provincial de cuyo nombre no quiero acordarme un artículo intrigante como radiografía trucada de un supuesto enfermo. Contaba y callaba este artículo acerca del sector primario en canarias. Narraba este ilustre analista que la gente joven de hoy en día no deseaba el campo, que veían muy duro el trabajo en él y preferían dedicarse a otra cosa (¿acaso la construcción?), lo que estaba provocando un abandono progresivo de tareas tradicionales surgidas del campo y su antigua manera de cultivarlo. Y a mi (culpable de observar) se me vino a la mente mi buen amigo Jose el pitxón. El pichón es un pibe de uno de esos barrios de Las Palmas surgidos de la huida de los humildes de la parte baja de la ciudad o emigrados (como es el caso de sus padres) de islas menores como Fuerteventura que a Las Palmas venían a buscarse la vida en algo como una patera pero mas grande. Él fue crecido en el barranquillo de Don Zoiro, pero lo mismo podría ser del risco de San Nicolás (o triana alta según quien diga) o San José o cualquier ladera repleta de casas hechas con manos de propietario pobre.
    A sus 23 años el pitxón es él, Cataysa y Nuaset de 13 meses y fruto de ambos, y su circunstancia el paro. Cataysa, la mujer de la que está enamorado, fue hasta hace pocos meses becaria, con lo que ello supone, y ahora busca deseosa su puesto en esta hermética sociedad. Él estudió capacitación agraria en la granja escuela allá por San Mateo, amante de su cultura y la tierra que lo sustenta siempre quiso ser agricultor y cultivar el tiempo para no olvidarlo. Varias veces ha intentado nuestro pitxón trabajar el campo buscando en fincas verdes de plataneras o blancas de almendros en flor o salpicadas del amarillo de las piñas o de cualquier color de los que se comen, preguntando a los pocos agricultores que quedan y que apenas pueden sustentarse solos. Aún sigue buscando.
    Y mucho menos tener acceso a la tierra cuyo futuro está ya reservado a un apartamento o a un chalet. Los últimos 9 meses antes de entrar en paro estuvo trabajando en césped sobre el que rodará arrugadas bolitas blancas. Relegado, resignando a cultivar campos de golf el pichón. Porque detrás de la tierra, encima de ella, lo que hay es un plan persistente de desmantelamiento encubierto del sector primario. LA JUVENTUD NO QUIERE TRABAJAR EN EL CAMPO, escribía algún periodista, partidarios del monedero, come sobras de los gordos relevos de la costumbre colonial de cagar mas mierda que nadie sobre más gente que nadie. Y es que el señor feudal existe en canarias y es un político, el heredero de las mentiras, los testaferros y la especulación. Mentiras durareras y sólidas como teniques, otras sutiles y oportunas como presencia de perenqué.
¡SI!, en estas ensalitradas tierras lejanas de todo, en el medio de todo, tú pichón, no puedes, no debes, tú en verdad, dicen, no quieres. Desde que hace décadas un tal Fraga planeara la revolución turística para canarias distribuyendo la mano de obra del sector primario al turístico las políticas para con los agricultores han sido de desgaste. El aguateniente se sustituyó ya por el turismoteniente, el inmoviliarioteniente, el especulateniente, en definitiva cambiar uno por otro.
   Y espero que no se me malinterprete la perspectiva pues el problema no está en la horizontalidad, canarias siempre fue tierra hospitalaria, receptora de flujos desde sus orígenes, humanos de cualquier color, lugar o vocación venidos en carabelas, pateras, cayucos o vuelos regulares. El problema señores está en la otra perspectiva, en la verticalidad que golpea de arriba hacia abajo y que no permite rebotes. Pero no cuenta este periódico (tan canario él regalando figuritas de ajedrez folklórico) con la rebelde canariedad del pichón, carácter bereber que no cesa, no se cansa, al golpito como pacientes siguen creciendo los dragos. A la vuelta pichón, en nuestro cómplice silencio, nos echaremos un pizco de ron y hablando de cualquier cosa nos reiremos de lo mal que nos va.

Awañak pa ti y los tuyos pichón.

LA PRECOCIDAD 4 : Coni y el Machismo.

    “Si, los pechos erguidos es un invento del machismo, es contranatural, imagina que te pones un trozo de tela subiéndote los huevos, apretándolos, incómodo, con el sudor y todo”. Así argumentaba Coni a los 17 la respuesta cuando yo le preguntaba si los sujetadores no sería por un tema de higiene postural o para evitar lesiones o que se yo incluso alguna enfermedad en las mamarias que impidiera la posterior lactancia. Me lo dice, todo ello, me lo dice mientras paseamos por el barrio de la Florida en Santiago. Paseaba, eso si, yo sin calzoncillos.

LA PRECOCIDAD 2 : Coni y los Títeres.

      Era Coni a los 7 contando historias de miedo a los niños de su edad que asustados creían mundos imaginados por ella. "Se asustan, son tan tontos" decía para sus adentros. Maña de mucho pensar decidió rentabilizar este suceso. Recorrió las casas de su cuadra entregando tarjetitas escritas a mano donde se leía "hoy gran función de títeres, entrada solo a 300 pesos, de 5 a 6 de la tarde". Luego organizaba a sus dos hermanos algo mas pequeños para que fueran acomodando a los espectadores, que eran niños como ella, en sillas dispares de casa de población santiaguiña. Alvaro, el mayor, paseaba una bandeja de galletas, porque según Coni eso haría pensar a sus padres que no solo era un espectáculo que además se les daba jugo aunque solo fuera de sobre y galletas aunque hubiera que repartirlas entre cada dos espectadores.
      Al empezar la función todo era nuevo para ella, un romance entre dos títeres, un enfado, una mentira que los hacía separase, un enamoramiento que los unía, una pelea que hacía participar al público e ir haciendo la historia sobre la marcha. Todo como siempre en Coni sobre la marcha.

lunes, 12 de mayo de 2014

ROJO

     A la edad de 13 años Pepe Rebelde fue acusado de socialista y encarcelado en la prisión de Baza con otros compañeros, racimos de tomates del cual él era apenas un cherry. Pero como siempre corre algún escaso rio subterráneo hasta en los desiertos mas áridos, Pepe Rebelde pudo terminar sus estudios de bachiller en prisión gracias a un tal José Becerril, compañero profesor de cara de sandía que contra todo desierto culturizaba a los que se les pretendían secos de ignorancia. Una foto de este profesor viajó con Pepe Rebelde toda su vida, foto que desempolvó de entre los aparatos de radio años más tarde cuando se enteraría del fusilamiento de quien todo lo enseñó gratis. Recuerdo de lo bueno que no se quiere olvidar.
     Porque de familia marcada venia la cosa, ya Mama Rebelde había padecido el haber nacido en zona incandescente y los tíos también hubieron de probar cárcel, así como el hermano que sombreado pasara 2 años de su vida en las tristes prisiones de Franco.
     También hubo una hermana, hermana rebelde obligada a hincar las rodillas como vejación en el sucio suelo de aquella cárcel donde sus hermanos estaban recluidos, frotando la rabia contra el suelo hecho de lágrimas, rencor, odio y todo lo malo que un mal gobierno genera. Hermana Rebelde murió de tuberculosis durante la guerra, sola, esperando a sus hermanos que jamás salieron de su encierro a tiempo de despedirse. Esto quedaría grabado en Pepe, justo en ese sitio donde nunca se quiere mirar, vergüenza de memoria histórica.
    Tiempo largo pasó construyendo su primer aparato de radio Pepe Rebelde, radio que terminaría la noche antes de la incorporación a filas, radio que traía las cercanas voces legales y las lejanas prohibidas, radio ausente en los 3 años que duraría el servicio militar.
    Encarna Rebelde había perdido a su padre, un guardián de la república que se la pasó huyendo durante toda la guerra hasta que fue apresado. Con los años, enfermo de maltrato y cárcel se le soltaría para que acabara muriendo en familia. Así de destruido lo cuidó por última vez Encarna, cosa que jamás tampoco olvidaría. Marcada de familia al igual que Pepe en esta España rígida y atrasada.
     Descorchando niños al mundo, Encarna luchadora, Encarna dulce y cariñosa comadrona, fue ganándole al tiempo años. Y como quien junta el hambre con las ganas de comer, Pepe y Encarna rebeldes caminaron los caminos que acaban juntándose y se unieron. De viaje de novios fueron 15 días a Madrid donde le ofrecieron trabajar para la casa de aparatos de televisión Marconi. Pero a pesar de que su vida en el pueblo estaba ya proscrita y sin posibilidad de trabajo, rechazó la oferta prefiriendo montar su propio negocio, pues para Pepe tanto era fascista el uno como el otro. En tan solo dos años tres rosados hijos florecieron y es que nunca una unión dio de si tanta rebeldía junta.
     Ella iba a cortijos y cuevas sin agua caliente o luz, zonas pobres donde trabajaba como comadrona para la beneficencia por algo de dinero del ayuntamiento. Lo mismo era requerida a las 5 de la mañana que a las 5 de la tarde, pues el que viene aún no tiene horario y nunca se sabía cuando se la podía reclamaba en algún parto.
     Encarna Resistencia, era defensora de la vida en un país hecho de muertos. Como aquella vez que dijo no a aquella familia de hogar de cueva que pidió registrar el parto de uno solo de los gemelos porque dos bocas eran muchas bocas para una cueva sin pan en un país como aquel. Ganas de ganar al tiempo su despecho de injusticia infundada era Encarna Rebelde.
     Él, de rebeldía avispada, iba atento a todo lo que se movía en un país donde nada ya se movía. Como cuando recibía sobre aviso de noche de rapto, aviso de un guardia civil viejo amigo de infancia, porque según Pepe hasta en el infierno había que tener amigos. Así se organizaba a la familia por si urgía escapar. Se hacía preciso estar bien comunicado, tender una red logística para la escapada. Amigos del color, hermanos, hijos y mujer estarían preparados para ocultarle y en su ausencia los hermanos se encargarían de la familia, negocio y casa. Duro de cazar este águila del tono del atardecer.
     Los hijos sabían instintivamente que de eso no se debía hablar en la calle, que la radio que escuchaba papá era solo de y para papá. Pero aun así tampoco ellos se libraron de la represión. Mari Luz Rebelde, 2 º hija de los Rebeldes, estudió en el colegio donde en tiempos de su padre había sido cárcel de mujeres. Sentada en pupitre donde sus tías abuelas habían sido encarceladas recibió también su dosis de miedo, sistema educativo reprimiéndole su condición de hija del color. Como cuando la profesora maría mercedes, pieza residual del régimen, le hacía permanecer con la labor de costura mano en alto, o cuando sádicamente colocaba una pinza de ropa en la lengua de sus alumnos, o cuando te encerraba en un cuarto trastero oscuro hogar de ratas, o cuando los domingos entregaba chapita en la puerta de la iglesia y el lunes preparaba castigo a quien no la tuviera o cuando la mala educación, la atemorizante, la del miedo, gobernaba aquel país. Así aquella niñita rubia de ojos azules y saltones como mar en reboso descubrió el rechazo de todo un sistema al encarnado que su padre abanderaba.
    También otras instituciones públicas locales hacían su aportación al apartheid contra el color de la cereza. Ayuntamiento de alcalde oscuro que negara licencias, como el permiso para un toldo que impidiera que el sol estropeara los aparatos de radio del escaparate.
    Con el tiempo su negocio de la calle la Cabeza prosperó, y en el centro de Granada aparatos de radio y hasta damas de Baza se vendían por doquier. Colorados de envidia se pusieron los que se ganaron España, volcanes de lavas ácidas impotentes de petrificar tanto arrastre rebelde.
    En esta prosperidad casi milagrosa Pepe Desafiante se compra un coche nuevo oscuro, negro como una novela policíaca al estilo del Chicago más rebelde. Y porque hay colores y colores, don Pepe Rebelde pinta su coche de un vivo color sangre, que según él no destiñe.


HISTORIAS DE LA CRUZ Y LA ESPADA.

   Los Beneahoritas han perdido el alma, la cabeza y la tierra. Hace dos días Tanausú fue apresado en el barranco las Angustias, allá por Tazacorte. En la cubierta de una carabela, encadenado de pies y brazos, se llevan para España al guerrero que hizo guerra al reino que todo lo conquista.
   Durante siete días Tanausú no comerá, ni beberá a pesar de que los esclavistas intentaran obligarlo. Con sus ojos hundidos en lo oscuro, sin brillo ni rumbo, acurrucado en sus cadenas, Tanausú morirá mas que de hambre de pena. La historia de La Palma sentenciada bajo la cruz y la espada.


ESPALDA DE METRALLA.

    Convertidos en reptiles por orden militar y esquivando balas por suerte divina, Rafael y su compañero consiguen llegar a la trinchera más trastornada. Empachada de cadáveres está toda ella tras el mástil desde el que navega las transmisiones del bando nacional en esta guerra de hermanos. Reparar el cable es la orden.
    Ambos en sus silencios ven el balanceo del cable torturado por el rebote de balas que decoraban de agujeros el mástil que sostiene la derrota o la victoria.
    A Rafael le duele la espalda verlo. Le duele todas las virutas de metralla incrustada en carne, espalda que retiene el metal como sostiene la radio de transmisiones.
    Y en eso comenzaron a compartir sus silencios mientras por la radio se oían órdenes de demasiado lejos. Se miraron por detrás de los ojos y se arrancó uno: “voy yo que tu tienes mujer” “que voy yo que tu tienes madre” “que si tu tienes mas hijos” “si, pero tu tienes uno paralítico” y así hasta que volvieron  a compartir sus silencios.
    De soslayo el uno trepó rápido mientras el otro apretó los dientes, llegó arriba el uno y el otro abajo sudando segundos. Entonces, en ensordecedor ruido, se rompió el cielo, el uno cayó muerto con una bandolera hecha de agujeros que cruzaba su pecho, ojos ciegos, hoyos que lloran sangre. En el otro todas las virutas de metal se retorcieron en su espalda.
    Cinco años después de la guerra civil la mujer de Rafael Mena Suarez  aún de vez en cuando le extrae alguna viruta, documento de guerra , historia que no se quiere recordar. Su espalda ya casi dejar de ser gris.

domingo, 11 de mayo de 2014

MUROS 2 : La ceguera de Balaguer.

      En el país de los apagones cuando se va la luz se va el agua, se pierde la carne y las ganas de leer. Luces de pergamino nacen en las noches de estos días, lámparas de queroseno come ojos de luz pobre para los pobres y para los algo más resueltos generadores que inunda de ruido el bullicioso Santo Domingo.
       Hasta este lejano país, país flotante, viajó el rey en la tierra de los cristianos. Para tan alto honor se construyó un muro sin ladrillos ocres, muro alto y duro, puro hormigón gris de alta sombra con cruces de relieve a su largo al estilo del más galán cementerio. Todo él custodia el panteón donde el rey de los cristianos pasará lento y pesado de espíritu por el país de la alegría y la celebración carnal. Limpio mármol blanco hay bajo los santos pies en el país donde cada hombre lleva el negro tras la oreja.
       Al otro lado del muro se oculta el barrio Villa Duarte, con sus depósitos de agua en lo alto para los días sin electrificar y otros improvisados por el capricho del tiempo y la dejadez institucional. Un montón de latas y todo tipo de chatarra huérfana de recogida donde incuba el dengue, transmisor de enfermedad sin erradicar en esta tierra roja donde pasean las proliferas ratas. Se esconde también sin corriente que dar los ríos caudalosos faltos de infraestructura hidroeléctrica en el temprano anochecer de los días caribeños. Tras el muro, desaparece la isla entera.
       Para tan honorífica llegada se limpió la abarrotada calle Duarte de los olores a comida preparada de los puestos callejeros, y también las esquinas se quedaron mudas de la viveza de los colmados, centros de comunión vecinal. Muda, ciega e inodora quedó Santo Domingo.
       Obra faraónica de Balaguer, aquel año, 5º centenario de no sé que cosa, inaugura el papa el panteón “faro de colón”, que alza al cielo 157 potentes haces de luz de incontables kilowatios para formar una cruz en el cielo. Muy de blanca vestimenta se arrastra el papa hacia el haz mientras muchas cabezas negras asoman desde las pocas casas que sobrepasan el muro. Todo oscuro, todo negros los dominicanos ven los grandilocuentes haces perderse en la opaca noche. Desde una perdida ventana del barrio de Villa Duarte una niña, de pie sobre una pila de libros, mira los haces de luz y sueña que se caen derramándose sobre toda la ciudad.
        El presidente Balaguer, quien fuera ministro con el dictador Trujillo, gobierna los últimos años de su vida en la más absoluta ceguera.


QUIEN DA TEATRO 2: Compañia Ajodar.

    Rellenando inquietudes nació el grupo de teatro Ajodar. Inquietudes que por el puro placer de actuar disfrutaban del puro placer de ser jóvenes.
    Encarnación Mena, Nenita, peluquera y sastre, mujer de su madre, de su padre y de su hermano minusválido fue el primer cachito de esas inquietudes. Ella fue por todo el inclinado barrio de la montaña tocando puertas, subiendo y bajando cuestas, soltando algunas palabras y callando otras, invitando, con complicidad de barrio al arte de renacer el mundo. Pero el miedo a expresar bajo el yugo franquista negaba a los jóvenes la voluntad de disfrutar del placer de recrear, y las puertas, con la misma suavidad, más se cerraban que se abrían. Pero como no cabe el desánimo en quien anima, muy al contrario, nena, la mujer que decoraba con sus peines y cepillos las cabezas del barrio de la montaña navegó por los teleclub. Los teleclub eran esas primeras formas de reunión que la televisión tuvo. Y allá habló de esa otra tele que era viva  y creada  por nosotros mismos. Y dos se sumaron  y luego tres, y la suma comenzó a generar suma.
     Con el dinero que daba ser peluquera  compró los primeros ejemplares del teatro Ajodar. Su primera obra, Don Armando Gresca de Adrian Ortega, ambientada en los barrios de Madrid, narraba la cómica trama de la apertura de un testamento, con una madre, un hijo y otros personajes. Por madre actuaba Nenita y por hijo Eusebio que hasta allí llegó en sustitución de un muchacho de novia celosa.
      Eusebio Sebastián Molina era joven flaco de cara de niño, de 19 años  y repartidor de telegramas a pie. Cada noche a las siete terminaba su jornada para empezar  la subida a más pie de la inclinada  montaña de Gáldar desde donde vigilaba la iglesia de Nuestra Señora de Fátima. Allá, en sagrado templo, comenzó los primerizos ensayos del grupo de teatro Ajodar, de parto estaba el teatro en el pueblo de Guanarteme.
     De sorpresa se llenó Eusebio al ver a la misma mujer que hacia cuatro años le abrió la puerta comiendo un gran bocadillo de conserva, cuando él entregaba unas americanas para cocer “hasta poner en prueba” con hilvanes que testeará el cliente.
     Un chiquillo en  aquel entonces, Eusebio, era aprendiz  en la sastrería Compostelana, cuatro años de mucho trabajo, poco dinero y pérdida de vista que le ataría por siempre a las gafas. Él recordó a nena invitándole al bocadillo, insólito bocadillo para la época, hecho con lechuga  fresca que se derramaba al abordaje mientras  el rojo del tomate se dejaba insinuar entre las tapas. Eusebio recordó la visión desde sus gafas de familia humilde  y le entró todo el hambre del mundo.
      Así, entre teatro, con teatro, respirando y sudando ensayos y escenarios, se conocieron Nena y Eusebio. Limpios, intactos en su tardía adolescencia, como todas las adolescencias que aquella época representaron. Y el tiempo siguió creando y tuvieron cuatro hijos. El mayor de ellos, flaco e introvertido, sale adepto a los cuentos.

QUIEN DA TEATRO 1: Crucita.

     En quijotesca caravana de sueños viaja el grupo de teatro de Carlos Ballejo. Va arrastrando por los pueblos de españa los clásicos que alguna vez manaran de ellos. Rincón aquí rincón allá, de las Glosas a Cervantes, los cómicos de la legua navegan al soplo del cierzo, impregnando de calle rústica sus textos, adaptando los clásicos al presente mas llano. Magia que inunda de magia los pueblos.
      Pero "entonce era el fablar" y las palabras pedían volver a la cuna, así va rastreándose por las tabernas la puta del Vizcaíno fingido, mandando el auto de la pasión de Lucas Fernández a San Pedro a por fieles, en la esquina más lejana de castilla, escuchando oculta la celestina mientras el viejo celoso la busca congregando a los habitantes en calles empedradas de casco antiguo o en los bares después de una función.
      Autosuficientes, autoculturizados, montan los cómicos de la legua sus propios escenarios. Mano con martillo hacedor de escenarios, mano con espada protagonista de él. Y mano con gorra pidiendo permiso para continuar.
      Mujer pequeña de cara redonda, Cruz Sánchez es un pedazo de este conglomerado,  pasta base de la cultura. Ella tanto cantó una nana gitana, como hizo de Maria Magdalena o de puta alegre e ingenua. Todo lo mismo bajo un puente, que en soportales de convento como en Molina de Aragón.
      Hoy aquella mujer hace recados a la cultura  en el instituto nacional de las cualificaciones  y mientras habla conmigo sueña con una comedia de la milla que navegando vaya recorriendo todos los pueblos de las islas canarias.

sábado, 10 de mayo de 2014

LOS RECURSO DE LA VIDA.

    A la tercera vuelta al cetáceo el padre de Alí se detuvo con una mirada más penetrante si cabe, se bajó el turbante a la altura de la barbilla y la fresca brisa acabó por colocárselo en el cuello. Su chiva folclórica ondulaba entre sus dedos pensativos mientras detenidamente observó un hilo de aceite que brotaba por una pequeña hendidura rasgada en la piel del animal.
    “Están en extinción” dijo sebas. El único que pareció escucharle fue Alí, que con gesto preocupado juntó sus dedos y se los llevó a la nariz mientras repetía: “sol, sol”. Cosa que sebas no comprendió hasta que el olor a podrido se hiciera perceptible horas después.
    Algunas semanas más tarde la madre de Alí iluminaba la intensa noche con un candil de aceite sobre la tersa alfombra que ella mismo había tejido. El mismo aceite que permitió al viejo saharaui la fortuna de dos cabras, un cordero y un motor para el colonial y averiado LandRover de Alí. Monsieur Ibraim, el comisario de Tarfaya que tantas preguntas hacia a sebas, jamás se enteró del suceso.



MUROS 1: Saharawis.

     Al igual que el mar no tiene fronteras el desierto del Sahara solía no tenerlas, pero es de mucha ofensa para el reino de marruecos que los Saharawis del Polisario naveguen las dunas como cabozos en charcos. Y fracasan los satélites americanos intentando localizar a los que se convierten en siroco de fuego que golpea en los territorios ocupados para luego desaparecer en la inmensidad del Sahara, fantasmas azules que ansían el azul del mar incrustado en su recuerdo.
     2.720 km y 30 años separan a los Saharawis del Sahara. 2720 km. con 8 muros de separación y 30 años de espera de un referéndum que jamás fue, que jamás quiso ser. Aún guardan los censos coloniales, pergamino acartonado, documento colonial donde se lee : ”posesión dos cabras y un camello, ojos aceituna, piel muy morena”.
     Tal como los registros españoles así quedaron los Saharawis, pasando de colonia de España a colonia de Marruecos. Pero no hay rey más listo que hassan II para falsificar censos Saharawis entre los marroquies, no vaya a ser que el referéndum se vaya a celebrar con los votos sólo de los Saharawis. Los fusiles tiemblan al grito ignífugo del Sahara, lo se porque la calima que llega hasta mi casa me lo dijo, lo murmura la arena en suspensión como lágrimas cristalizadas que llegan hasta Gran Canaria en polvoriento sofoco, me dijo en su susurro de horno que la paciencia del Sahara es infinita.
     Pero que no olvide el rey de marruecos que lo que es del desierto el desierto lo reclama, como reclaman los Saharawis su lugar en el mundo. En este frente de liberación no hay prisa, el muro se lo comerá la arena.

LA PRECOCIDAD 1 : Lemas de Coni.

Es Coni a un año de vida y erguida sobre sus piecesitos, en precario equilibrio, señala al mundo con su minúsculo dedo. Muy seria, muy en el mundo, como dando el pésame repite:"la vida es dura y la gente es mala"

viernes, 9 de mayo de 2014

CAMBULLONEROS

     Héroes nacionales son los almirantes Sir Francis Drake y Nelson. Piratas tratados como ejemplo patriota, que saqueaban y robaban al amparo del imperio británico. Figuras tratadas como piratas eran los cambulloneros, traficantes que fuera de la ley unas y al amparo de la autoridad portuaria otras, vendían o hacían trueque con los barcos que por el puerto de Las Palmas pasaban.
     En el auge del puerto, cuando la necesidad en la posguerra arrebató a los canarios el plato y la penicilina, el cambullonero se convirtió en la salvación del agricultor y el artesano, traficando con la habilidad del hambre comida y medicinas. El hambre de criadores de pájaros canarios, de las tejedoras de calados, de fabricadores de timples. Y hasta en la oscuridad de una noche sin luna navegaban en chalana muy ruidosa hasta las costas africanas donde intercambiaba telares de ingenio por provisiones.
     Como la inteligencia ha de ir acompañada de la organización, los cambulloneros se agrupaban en Taifas, grupos organizados de mano de obra especializada sin amo ni dueño. Así el cambullonero es tratista cuando compraba mercancía en los barcos, chico-bote cuando de muchacho se refiere y ayudaba remando, escalando al barco, cargando y descargando, o incluso escapando en saltos de barco en barco cuando por autoridad portuaria era perseguido; Avisador cuando recorre las casas de los cambulloneros para avisar de la llegada de un buque; Vigía cuando señalaba con banderas la aproximación de los barcos por La Isleta; Recaudador cuando Recogía entre las taifas las divisas para ir a cambiarlas en los bancos; Bombista cuando de Cambullonero veterano se trataba siendo jefe de una taifa. Los había especializados en pájaros canarios, en telares, en bisutería, en frutas. Los habían expertos, como especializado sociólogo de la necesidad , en barcos rusos, británicos, holandeses, etc.
    Y si la cosa se ponía mala y el capitán era remiso a permitirte el acceso al barco, tu identidad cambiaba cual carnaval convirtiéndote en práctico, pues la legalidad era un mero obstáculo entre la comida y tu pueblo.
    Siempre se te criticó tu semblante serio, mirada sin concesiones, porque tu lucha era diaria y tenia muchas lenguas. Capaz de comerciar con rusos, holandeses, británicos, alemanes, marroquíes, saharawis, mauritanos, senegaleses sin importar condición política o del color por fuera. Así nació tu nombre, bautizado por algún ingles que te invitara a cubierta con el come-on-buy.
    Y es que lo que el cambullonero no podía conseguir es que aún no se había inventado, pues hasta la vida regalaban trayendo a través de sus trapiches la penicilina que de modo legal jamas arribaron a estas costas en época de posguerra.
    Negocio multinacional para alimentar a los tuyos, porque jamás te pudieron reprochar que te hubieras olvidado de tu pueblo, pues por él era lo que hacías sin importar acabar en el cuartelillo de la calle Doctor Rosas durante algunos días o con multa o con embargo de la lancha o en el peor de los casos con un juicio por contrabando en Cádiz.
    Capaces de vender una radio a un sordo eran el mejor representante del espíritu de supervivencia de un pueblo que nació de la supervivencia. Peleón, rebelde, embustero, porteño, busca vidas con el que canarias jamás saldará su deuda histórica. ¿Que café, mantequilla, pan, latas de carne, leche en polvo, tabaco rubio, y hasta maquinas de fotografiar alemanas iban a llegar en tiempos de hambre sino es la que el tráfico del cambuyón conseguía?. Son el virtuosismo del carácter isleño, ingenio de desnutrido, clarividencia desarrollada por la necesidad. En aquella vida de escasez el canario quiere su plato y el cambuyón se lo provee. En la otra vida, en esta o en cualquier otra isla, yo quiero muerte de cambullonero.


LAS PUTAS QUE ME APADRINARON.

   Hay preocupación en las putas del barrio Casa Piedra del Aaiún. Por entre los clientes, de cama a cama, han visto a unos hombres dejar un bulto bajo la ventana de la casa de Eusebio, casa que linda con la residencia de estas trabajadoras.
   Sospechan ellas de bomba como sospechan del mundo o del hombre de cualquier color. A las tres de la mañana tocan a la puerta de esta familia y con mantas en las manos advierten el suceso . La mujer de Eusebio, Nenita, reconoce a la que hace un par de días ayudó.A Nena jamás le preocupó la condición social de aquellas mujeres sino sus condiciones de vida. Por eso aquella noche brillante, noche de Sahara, cuando una de ellas fracasaba su cabeza contra una farmacia a esas horas cerrada, a Nenita no le importó llevarla a su casa y darle una aspirina  para su cabeza que se empeñaba en latir hondas de dolor. Esa misma mujer que avergonzada entró en la casa de Nenita, ahora, en esta noche, noche de bomba, noche de suerte ganada, escolta y arropa junto a sus compañeras a Nenita, Eusebio y el pequeño sebastián, fruto de ambos.
     Años después, de vuelta a la patria chica, en una mañana sin guerra, una mañana cualquiera que pasara desapercibida, Nenita cuenta cómplice a su hijo: ”las prostitutas nos salvaron la vida”.

LA PRIMAVERA DEL HOMBRE NARANJO.

      La primavera había regalado una respiración costosa a Doramas, una pesadez con cada inhalación que le nublaba la cabeza. Sintiendo todo el peso de la estación más alérgica cualquier cosa hacia sudar de fatiga y mareos, como cuando giraba la cabeza en busca del extraviado oxigeno al maltrechar los escalones que le escupían del metro o como cuando cada paso por el Retiro levantaba una calima que fisuraba su garganta, hoja suelta secándose al sol, “de Madrid al cielo” se consolaba Doramas.
      Mas por sospecha que por aprehensión (pues la curiosidad de descubrir lo intuido a menudo espanta el miedo cuando por fin se conoce, sea malo o no) nuestro Doramas, (y digo nuestro porque personalizar la primavera es un derecho de todos, siga atento y lo entenderá) se decidió a visitar al doctor que todo cree conocerlo. Primero le hicieron radiografías y después ante la curiosidad científica del extraño hallazgo, mamografías (que resulta que son más precisas que una radiografía), placas de tórax, tele cardiograma de los tejidos blandos y todo tipo de avanzadas pruebas médicas. Se le hallo incrustado en los pulmones unos rejos de origen vegetal con aún la semilla colgando al bailoteo de la inspiración-expiración del portador. Así la veía Doramas en el screen de aquel aparato médico, cabecita atada a la pared del pulmón, cómicamente danzona, pelusa al viento de su aliento.
      Se preciso la presencia de un botánico que mirando la radiografía como quien palpa la vid y tras varias consultas telefónicas afirmó que el paciente padecía de un proceso de germinación de lo que parecía una semilla de Naranjo. No tardó la prensa en hacerse eco y su camilla fue un peregrinaje de expertos que achacaban este hito histórico de la botánica a las fructíferas primaveras de Madrid, que la llenaban de polen debido a la variedad de sus árboles y plantas que competían por su hueco, y que alguna semilla milagrosamente inspirada por nuestro portador germinara en un pulmón ideal, según algún medico, para cualquier especie vegetal.
      Escuchando esto a Doramas le venía a la mente una nevada de semillas de los árboles de la calle Martínez Campos. Ni el mejor paraguas evita que las semillas caigan detrás del cuello de la camisa o que se deslicen por el parabrisas hasta las rendijas en el capó de los coches, ciertamente llegan hasta el corazón pensaba él.
      En cuidados intensivos, bajo severa vigilancia, este capricho estival no dejó de crecer. La última radiografía mostraba la maleza enraizada en un pulmón de un volumen colosal, dilatado órgano devorador de más y más aire. Él no dejaba de metamorfearse, ya casi parecía la semilla el portador de un Doramas que se acomodaba como podía a aquel contexto agrícola de disnea casi terminal.
     Temiendo una parada cardiorrespiratoria, los que todo lo saben, decidieron acercar la cama a una ventana hecha al efecto que permitiera hacer la fotosíntesis al hombre naranjo, forma de evitar la muerte por asfixia al portador. Con esta puerta a la veraniega radiación solar su tez comenzó rápidamente a tornar a un débil color verde. Pero lo realmente duro para Doramas era la noche, proceso fotosintético invertido que hacia necesario aplicar doble dosis de oxigeno a lo que los científicos ya llamaban sistema biónico.
     Para evitar una futura plaga en el naranjo se precisó, según los expertos, suministrar ferticidas al paciente. Pero nuestro canario ya sabía distinguir la bolsa del suero de la del ferticida y al primer despiste se extraia el catete y dejaba que se derramara por su entrepierna como en una meada infinita.
     Para cuando su aliento inundaba de azahar la habitación y muchos mocos de la pegajosa viscosidad de la savia brotaban a todas horas de su nariz, no aguantó más. Y aprovechando un despiste de los despistados se arrastró puertas afueras del hospital. Ya era casi agosto y las carreteras eran ríos de alquitrán que hacían de Madrid una Venecia infernal. Todo ello mientras relucían los cítricos en su pueblo natal.
      Huyendo del hedor del asfalto y del tráfico convulsivo de esta calva del mundo buscó el más cercano y alto árbol de cemento que le dejara respirar un poco. Arrastrándose y mimetizando su huida subió a la azotea de una de las torres Kio. Sentía algo atascado en su garganta, arcadas precedidas de nauseas, presión pectoral. Se asomó y ante el vértigo de la vista precipitada y el calor agobiante de la castilla mas adentro gritó, quejido de fines de estación, primavera descompuesta, muerta ya con la labor bien hecha. Así, de un aullido desesperado, brotó de su boca una gelatinosa naranja del color de las frutas maduras.

sábado, 3 de mayo de 2014

EL MILAGRO ECONÓMICO DE CHILE.

     En vagones de metro se publicita la educación superior en Chile, y en letreros de calle venden sus títulos las universidades que hasta en los intermedios de partidos de fútbol se anuncian. Revistas amarillas y de cualquier color asoman negociando créditos para un futuro mejor. Grandes empresas que venden títulos, acreditados y otros inventados a falta de un gobierno que fiscalice, las universidades en este país han pasado de centros de saber que aúnan conocimientos a centros de negocios que aúnan plata. Según el gobierno no todas las becas ofertadas han sido cubiertas por falta de postulantes, esto cuando para acceder a una beca hay que pasar un examen que más pareciera un prueba de ingreso a la NASA.
     Y para los más pequeños la calidad de la educación depende de la comuna donde vivas. Las comunas de barrios altos como Las Condes no perciben el mismo presupuesto en educación que comunas como la de Puente Alto, Conchalí o la Florida. Así cada comuna gestiona su educación dependiendo de los ingresos que tenga e impuestos que paguen. Segmentada la educación en Chile donde en una misma ciudad como Santiago te encuentras escuelas con déficit educacional mientras otras disponen de unas lucidas instalaciones.
    En el país del milagro económico quien no tiene plata no tiene salud ni educación. Yo les comento que en España es otra cosa. Años después en España, la educación tiembla de miedo.

jueves, 1 de mayo de 2014

EL DEVORADOR QUE MUERE COMIDO.

    Es mediados del siglo XVI y corren los españoles como perro con hambre hacia el sur desde el Perú ansiosos de oro. Pero ya es Chili y el oro no aparece por ningún lado mientras desde España se reclama mas y mas dorado. Pedro de Valdivia, fundador de Santiago y creador de Chile, adopta a un Maputxe huérfano por la conquista y el desarraigo. Lautaro aprenderá las tácticas de lucha de los españoles así como su cultura.
    Pero no sabe Valdivia que estos indios no son Incas, ni Aztecas, ni Guaranies, son Maputxes y no olvidan su origen ni su condición de pueblo desheredado. Dos años después de presenciar como Pedro de Valdivia corta el brazo derecho y nariz de los 400 prisioneros Maputxes sobrevivientes de la batalla de Andalien, Lautaro deja de ser paje de Valdivia, deja de ser de los españoles para ser lo que siempre fué. Y un año después en Tucapel Lautaro mata a Valdivia. Los Maputxes todos juntitos se lo comen. En 1608 entregan como gesto de buena voluntad a los españoles el cráneo de Pedro de Valdivia donde bebía chicha el pueblo que aún hoy sigue en guerra. Historia que pisa el presente, historia que se esconde en una vincha.


Sus zapatos Señor Aznar.

    Tanteó la forma de aquel misterioso paquete con el preciso pulso de un antiguo desactivador de minas. Estaba envuelto en papel de embalar y su remite inscribía alguna indescifrable dirección de alguna perdida calle de la capital de Irak. El olor a podrido hizo dudar el abrirlo pero con la valentía que caracteriza a un ex infante de marina y después de aguantar el aliento, se decidió a desembalarlo.
    Dentro un par de luminosos zapatos blancos con cordones rojos acabados en un coqueto lazo. Su brillo le recordaba al blanco de las saharianas que vistió su curtida piel en las campañas de áfrica. Pero estaba ya muy lejos aquella época de colonias españolas, y las cada vez mas frecuentes visitas de la indeseable amnesia le impedían conocer los acontecimientos que acaecían por estos días, viviendo en un constante presente olvidado.
    Volvió los zapatos a su caja, sorprendido del olor a podrido en unos zapatos tan limpios. A la mañana siguiente decidió ponérselos y airearlos un poco con ambiente occidental. Cambió el rojo de los cordones por un azul oscuro discreto. Él siempre había tenido el pie pequeño, sin embargo aquellos zapatos le quedaban algo estrechos recriminando, con alguna blasfemia al remitente, no conocer su talla de pie. Aun así los sintió cómodos, se sentía flotando, con ganas de caminar. Bajó los escalones con sensación de prisa y su agrietada mano deslizándose por la barandilla rejuvenecía recuerdos. Al llegar a la calle sus pies decidieron tomar el camino que lleva hasta el quiosco, el anciano estaba asombrado de la vitalidad que le imprimían aquellos zapatos. A mitad de cuesta, en el sofoco del verano, el ex militar quiso entrar a tomar agua a un bar amigo, pero su nuevo calzado dictó seguir cuesta arriba y sintió el pavor de quien es presa de sus zapatos. Que aterciopelada circunstancia le hizo flotar cuesta arriba solo aquellos zapatos lo sabían, solo ellos guardaban el secreto mientras insinuaban risa de marfil que apabullaba la voluntad del viejo, y en ellos se encerró el caer de la autonomía del senil para ser presente.
      Al llegar al quiosco nuestro exdesactivador de minas fue puesto frente a un mural de revistas, periódicos, cómics y toda aquella prensa que se provee; había una conocida revista del corazón que se introduce saludando anunciando la pronta boda de una famosa desconocida para nuestro viejo veterano; un cómic de Mortadelo cuya portada dibujaba a este con el pie de Filemón de teléfono; un fascículo con video de la “ejemplarizante” transición española; y un periódico de prensa local con dos fotos en portada, la de la derecha mostraba a un niño de Bagdad con los pies mutilados, y la de la izquierda el mismo niño con unos luminosos zapatos blancos y cordones rojos.


Afinidad de Dita.

     En la cocina todos tensos y yo relajado, ella ayudante de cocina y yo kitchen porter, ella trae platos y cacharros y yo se los lavo, ella suple su carencia de ingles con checo y yo con canario, ella no quiere sujetador yo no necesito calzoncillos. Ambos tenemos los ojos azules y vemos bien en la noche para encontrar la misma cama.