Al
igual que el mar no tiene fronteras el desierto del Sahara solía no
tenerlas, pero es de mucha ofensa para el reino de marruecos que los Saharawis del Polisario naveguen las dunas como cabozos en charcos. Y
fracasan los satélites americanos intentando localizar a los que se
convierten en siroco de fuego que golpea en los territorios ocupados
para luego desaparecer en la inmensidad del Sahara, fantasmas azules
que ansían el azul del mar incrustado en su recuerdo.
2.720 km y 30 años separan a los Saharawis del Sahara. 2720 km. con 8 muros de separación y 30 años de espera de un referéndum que jamás fue, que jamás quiso ser. Aún guardan los censos coloniales, pergamino acartonado, documento colonial donde se lee : ”posesión dos cabras y un camello, ojos aceituna, piel muy morena”.
Tal como los registros españoles así quedaron los Saharawis, pasando de colonia de España a colonia de Marruecos. Pero no hay rey más listo que hassan II para falsificar censos Saharawis entre los marroquies, no vaya a ser que el referéndum se vaya a celebrar con los votos sólo de los Saharawis. Los fusiles tiemblan al grito ignífugo del Sahara, lo se porque la calima que llega hasta mi casa me lo dijo, lo murmura la arena en suspensión como lágrimas cristalizadas que llegan hasta Gran Canaria en polvoriento sofoco, me dijo en su susurro de horno que la paciencia del Sahara es infinita.
Pero que no olvide el rey de marruecos que lo que es del desierto el desierto lo reclama, como reclaman los Saharawis su lugar en el mundo. En este frente de liberación no hay prisa, el muro se lo comerá la arena.
2.720 km y 30 años separan a los Saharawis del Sahara. 2720 km. con 8 muros de separación y 30 años de espera de un referéndum que jamás fue, que jamás quiso ser. Aún guardan los censos coloniales, pergamino acartonado, documento colonial donde se lee : ”posesión dos cabras y un camello, ojos aceituna, piel muy morena”.
Tal como los registros españoles así quedaron los Saharawis, pasando de colonia de España a colonia de Marruecos. Pero no hay rey más listo que hassan II para falsificar censos Saharawis entre los marroquies, no vaya a ser que el referéndum se vaya a celebrar con los votos sólo de los Saharawis. Los fusiles tiemblan al grito ignífugo del Sahara, lo se porque la calima que llega hasta mi casa me lo dijo, lo murmura la arena en suspensión como lágrimas cristalizadas que llegan hasta Gran Canaria en polvoriento sofoco, me dijo en su susurro de horno que la paciencia del Sahara es infinita.
Pero que no olvide el rey de marruecos que lo que es del desierto el desierto lo reclama, como reclaman los Saharawis su lugar en el mundo. En este frente de liberación no hay prisa, el muro se lo comerá la arena.
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