Sabemos que ninguna colonización es
sana, pero también deberíamos saber que hay colonizaciones y
colonizaciones. La francesa es pésima, es juntar a un montón de
Senegaleses que lucharon contra el fascismo en la segunda guerra
mundial, en un lugar llamado Thiaroye, para ser fusilados por
reclamar la misma pensión que los excombatientes franceses tenían
(tan grave como la planificación de la muerte de Thomas Sankara en
el país de los hombres íntegros). La española no merece
comentarios porque como todos sabemos es puro genocidio. Sin embargo
la inglesa (sin ser inocentes, pues cualquier colonización esconde
un beneficio económico) posee otro color. Cuando se van (en la
mayoría de los casos) dejan un país con infraestructuras para poder
desarrollarse (centrales eléctricas, sistemas ferroviarios, una
planificación agrícola etc). En el país de donde vengo (Canarias),
en un tiempo donde aun llovía en abundancia, desarrollaron el
plátano y hasta mi abuelo trabajó alguna vez para un inglés. Es
Mr. Liko, quien hace poco menos de un siglo en mi pueblo natal diera
trabajo a los que se embarcaban en una cascara de nuez para cruzar el
atlántico en busca de futuro. Sería aquel dictador, hombre
acomplejado, temeroso quizás de otro Gibraltar (que me encuentren a
un solo gibraltareño que quiera ser español) quien haría la vida
imposible a Mr. Liko. Así fue como Mr. Liko, cansado de un fascista
insensible y débil llamado francisco franco, decide abandonar Canarias (aunque descendencia dejó), no sin antes titular las
tierras que trabajó a los canarios.
Aun queda allá por Galdar la mansión
de Mr. Liko, que para mi es el mejor reclamo turístico que se pueda
tener para con los ingleses, puesto que las playas están en riesgo
de estropearse a causa de un ministro llamado soria que pretende
hacerse rico sacando petroleo en unas islas generosas en viento, sol,
mareas y volcanes. Energía eólica, solar, maremotriz y geotérmica
a la que no se le atiende.
Por el planeta entero es sabida la
importancia del puerto de Las Palmas (plataforma tricontinental
ineludible en el tráfico marítimo entre los tres continentes), pero
pocos saben que en su evolución fue una vez mas fundamental la mano
inglesa, los Miller proveyendo infraestructura.
Y es así además por dentro, un país
que no tiene miedo a la realización de un referéndum en Escocia
(jamás hubo un verdadero referéndum en Euskalarria, Canarias o
cualquiera de los países que contiene españa) porque respetar la
libertad de decisión de los pueblos es otra de las necesidades
universales de la humanidad.
England es un país sin constitución,
con un derecho consuetudinario basado en el sentido común (que según
Eduardo Galeano es el menos común de los sentidos), mientras españa
tiene una constitución herencia del franquismo que ató (y ata) muy
bien el legado fascista (cosa que replicaría Chile con sus leyes de
amarre), la cuartada perfecta para que españa nunca levante cabeza.
Su sentido común se me manifestó de
la forma mas clara hace 12 años cuando una portuguesa con sida,
trabajadora en una factoría de Bodmin, explicaba con rabia que no
había trabajo para alguien con su enfermedad en Portugal (que
maravilla esta isla, que cosa tan humana esta gente).
Y ya escribir sobre las mujeres
inglesas serían palabras mayores, esas que son herencia de las que
lucharon por poder votar. Ellas desprovistas de la culpa católica
(que tan aliada con el franquismo creo generaciones de traumad@s en
españa) no les importará lo que un hombre piensen de ellas,
empujarán a la vida hacia adelante contra todo. Ellas, a diferencia
de españa, serán aquí las que protejan al hombre. Ellas son aquí,
la referencia (y hasta yo sueño con ser mujer inglesa).
Y que decir de la policía inglesa,
esos gentiles profesionales que ante un embrollo, libreta en mano y
tras apaciguar los ánimos, preguntarán por separado a cada una de
las partes, para al final descubrir de donde vino el error. En España
(una vez mas herencia del franquismo) llegarán repartiendo tortazos
para al final llevarse a cualquiera de las partes.
Y todo ello porque en England juega el
fair play, por ello no es necesario romper la ley, porque es una ley
para todos, seas español, eslovaco o canario. Es el país donde solo
hay una persona aforada en contraposición de una españa que posee a
10000 aforados (2.300
políticos).
England integra a todos, mientras en el
sur de españa hay un mar de plástico cubriendo el trabajo de
magrebies y subsaharianos sin contrato ni seguridad social. Los
ingleses son un pueblo abierto a aceptar cualquier cultura mientras
lleguen para trabajar, para construir codo con codo con ellos. Y he
ahí otra de las maravillas de England (la imposición de un esquema
mental sobre otro va contra la diversidad innata al humano, es un
atentado ecológico se podría decir, colonialismo una vez mas), esta
gente acepta a cualquier bicho raro, son una gran protectora de
animales (y no hay mas que ver como tratan a sus perros), y casi por
ósmosis contagian esto a cualquier foráneo (aquí se aprende a ser
un ecologista del humano).
Unas gentes donde el trabajo no es un
medio para hacerse rico, sino en si un fin (el fin de la realización
de la persona y eso es una premisa evidente en cualquier lugar del
mundo desde la prehistoria). Te propondrá sin miedo trabajo,
mientras españa nos aterroriza con la amenaza de la perdida de este
(porque si, todo humano requiere trabajo en sus todos sus ámbitos)
Un manager trabajará contigo,
atenderá tus necesidades y no solo te pondrá donde él te necesite
sino donde tú puedas desarrollar mas a gusto tú trabajo. Esa es la
verdadera magia de un gestor que tiene en cuenta la parte humana
(porque el trabajo es algo innato al humano y no al revés).
No conozco ni un solo ingles joven que
se halla quedado dando su fuerza de trabajo mas de un corto periodo
de tiempo en españa, en cambio no podría contar con todos mis dedos
los españoles que se pasan toda una vida trabajando en Inglaterra.
Ellos viven en un país que defienden
su independencia sin importarles que piensen de ellos el resto del
mundo, a diferencia del país acomplejado por la colonización del
que provengo. Y conducirán por el lado que les de la gana, y
utilizarán la moneda que les de la gana. Un lugar este en el que los
canarios podríamos aprender mucho (mas allá del idioma).
Toda la isla juega el fair play, todo
South Devon es una gran comunidad, como Roy dice allá por Thurlestone “lovely place”. Y todo ello, porque ya a estas alturas intuyo,
England es a big mother y como todas las grandes madres incluso en
ocasiones te deja equivocar. Un país sensible y como todos los
países sensibles fuerte. Spain is not different, England is
different.
Mientras España solo sabe mirar como
miran los fascistas: por fuera, England mira como mira una madre.
Para mi un ente mágico que me protege cuando la confusión es un
montón de piedras incompresibles arrojadas sobre mi cabeza, una
madre abstracta que sabe en todo momento que alguien que hace lo
correcto no puede ser castigado.
Incluso habría que explicar a todos
esos españoles (o de cualquier otro país) que desprecian la cultura
inglesa que una vez hubo un mecánico de Liverpool llamado Jack
Edwards que se juntó con otros ingleses e irlandeses para luchar
contra el fascismo en un país que no conocían y en el que no tenían
siquiera parientes o amigos. Unas brigadas internacionales que serán
el recuerdo mas grato que se tenga nunca de los ingleses en aquella
España corrompida por el fascismo.
Yo en England solo friego platos, que
según un inglés llamado Sam (y he ahí otra maravilla de los
ingleses) es una de las labores mas importante en la cocina, porque
como el pacientemente me explica, un kitchen porter es el eslabón de
la cadena que si se rompe los chef se quedan sin underplaits y los
camareros no tendrán forma de servir la comida. Ellos los que
cocinan, poseen la profesión mas bella y necesaria del mundo,
alimentan a la gente!, y lo hacen con pasión.
Y en medio de todo ello yo me esfuerzo
por enseñalarle a otro inglés llamado Jean esa ranchera
internacional que empieza con “la cucaracha, la cucaracha...”, a
cambio él me ayuda a rellenar el formulario para abrir una cuenta en
un banco. Lovely country.